lunes, 21 de diciembre de 2009

Hasta Las narices de la Esteban



Pues con eso lo he dicho todo.

Hasta las narices me tiene.

He de reconocer que el personaje de Belén Esteban me resulta muy gracioso. En fin, que le voy a hacer. A ratos también me inspira una especie de temor y desconfianza terrible. Supongo que es el mismo caso que con los payasos.

Pero con la Esteban, personalmente no creo que sea la princesa del pueblo, como mucho puede aspirar (bonito término muy relacionado también con Belén Esteban), puede pretender intentar ser la princesa del súper del barrio, de esas voces que anuncian promocionales de longanizas y “chóper” en el tercer pasillo.


Ella es “asín”. Una mujer que baja a comprar el pan en chándal y zapatillas, una de las que se asoma al patio de luces para hablar con la vecina.


Es Belén Esteban, una chochona con aires de querer ser una Barbie Malibú. Un juguete defectuoso que se puso en manos del doctor tetas y que a golpe de bisturí se esculpió un nuevo aspecto con el que cicatrizar sus orígenes barriobajeros para querer ser de Hollywood. Vistos los resultados, la pobre ni siquiera irá a “Jolibú”. Como mucho a Malasia a buscar un buen podólogo y tener, y aquí viene el chiste fácil, un auténtico callo malayo.


Y es que el verdadero cirujano ha sido el fotógrafo de la revista Lecturas (el Hola del barrio), ese hombre con la ayuda de kilos al por mayor del fotochop más descarado de la historia y un adorno extraido del árbol de navidad que hizo las veces de prendedor del pelo, este verdadero artista nos regaló una portada en la que la Maddona española homenajeaba al difunto Michael Jackson adoptando las fosas nasales del cantante como propias.


Nada más lejos de la realidad. El Viernes en Sálvame se descubrió el cebo. Ni su nariz estaba mucho mejor, ni ella estaba más guapa. El tabique apunta a cuenca y las fosas a Astorga. Ahora dicen que “ha mejorado” y que “está mucho más guapa”. A poco. Pero esta buena mujer se ha dejado una buena pasta en un cirujano y lo único que ha conseguido es que ahora ya no puede llevar la compra del mercado en las bolsas de los ojos que tenía y donde cual marsupial protegía a su Andreita porque ella por su Andrea MAAAAAATA.


Y esto ha sido la noticia de la semana, del mes y puede que del año. El esculpido de una mujer de la que ya empiezo a estar bastante harto, una que nos dará las campanadas mientras los españoles en vez de comer las doce uvas se las lanzaremos, unos (los menos) para rememorar los tiempos en los que iban al parque zoológico. Otros (los más) para intentar darla en un ojo y que se opere de una vez y la dejen guapa.


En resumen, que de eso es de lo que se habla en nuestro país, por mi parte felicitar a Jesulín de Ubrique, un hombre capaz de colocar en la tele a su madre, su padre, su tía, su hermana, su hermano, su mujer, su exmujer y su hija. Ha hecho más por la economía de este país que cualquier ministro al uso.

En fin, cosas de nuestra tele.

y encima nos va a dar las uvas...

...nunca mejor dicho

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