lunes, 1 de agosto de 2011

CICLO ROCK HUDSON




Uno de los mayores galanes del Hollywood clásico moderno por su porte elegante, su estatura y su cara de no haber roto un plato. Denostado en muchas ocasiones por la crítica y amado por el público, Rock Hudson ha inscrito su nombre en la historia del cine y desde “Critico, en serio…” le rendimos un homenaje el mes de Agosto repasando algunos de los mejores títulos de su filmografía.

Roy Harold Scherer, Jr. nació en Winnetka, Illinois el 17 de noviembre de 1925 con una vida personal marcada por el abandono de su padre y su posterior ingreso en la marina como técnico de aviones. Rock Hudson fue rechazado en la escuela de Arte dramático de la Universal pero gracias a su empeño y tenacidad logró debutar en el filme de Raoul Walsh Fighter Squadron (1948), unos pequeños papeles después logró un importante contrato con la Universal en 1949.

Su primer gran hit en la historia del cine fueron sus dramas en la época de los 50 consiguiendo encadenar un éxito tras otro en películas como Obsesión, Solo el cielo lo sabe, escrito sobre el viento o Gigante por la que logró su única nominación al Oscar. Su porte de galán le hicieron muy conocido entre el público femenino y un imán para la taquilla.

Tras ellos y gracias a su poder de reinvención en la década de los 60 e interpretar un modelo muy concreto de comedias románticas con una estética muy marcada y conseguir tres de los mayores éxitos de la década junto a Doris Day (Confidencias a medianoche, pijama para dos y No me mandes flores) y algunas de las mejores películas de la historia de este género como Su juego favorito.

En tercer lugar por su vida privada. Su homosexualidad fue cubierta por su estudio llegando incluso a obligarle a contraer matrimonio con la secretaria de su agente Philys Gates. El matrimonio duró cuatro años hasta que ella decidió divorciarse discretamente. Pero, lo que será recordado de Rock Hudson en este aspecto no son las argucias de su agente para mantener intacto su estrellato, sino el poder del actor que tras aparecer en un arco argumental de la teleserie Dallas con un aspecto enfermizo reconoció padecer SIDA azotando así la conciencia colectivo sobre la gran pandemia del siglo XX. Rock Hudson falleció a causa de esta enfermedad el 2 de Octubre de 1985 con este epitafio:

“No estoy feliz por tener sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo”.

En este ciclo abordaremos los títulos fundamentales de su filmografía y los comentaremos abiertamente para seguir compartiendo eso que más nos gusta.
En agosto, en critico en serio… Rock Hudson.

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