sábado, 29 de enero de 2011

Crítica Destino Eurovision - Preselección gala 1

Camino a Dusseldorf pasando por las cloacas






Dios bendiga internet. Si no fuese por este maravilloso invento las cosas serían tan diferentes... Sin ir más lejos, he padecido preselecciones eurovisivas de la peor calaña y desde Operación Triunfo no he disfrutado de una previa salvo el año pasado, y porque estaba realmente entregado a la causa botella de vino mediante, porque el nivel general de cantantes era aceptable (Daniel Diges, Coral, Lorena, Jose Galisteo, Venus…) y porque el momento John Cobra fue un zas en toda la boca para esa pandilla de ineptos que se ocupaba del festival.
Pero anoche gracias al twitter me lo pasé bien, no os voy a engañar. Me reí mucho.

Este año se nota que han tratado de hacer los deberes y el resultado en general se ha notado. Gestmusic se ha encargado del asunto y pese a que muchas cosas chirrían el resultado a nivel de empaque es mucho más lucido.

En primer lugar el escenario no parece la función de fin de curso, el sonido ha sido más que decente (ningún cantante ha tenido que gritar para que le suban la música como Melody hace dos años) y ha tenido una cosa a la que no estaba acostumbrado: ritmo.

Fue alucinante ver como rápidamente se ponían a cantar, como había unos videos rápidos y ágiles con Sarda y no se perdían en chuminadas, pueblos, historia del festival, charletas del jurado…

Ayer iba de gente sobre un escenario cantando. Y eso es lo que hubo. Los que cantaban eran muy malos, estamos de acuerdo. Pero hay que admirar que la cosa iba a lo que iba, backstage rápido de tres en tres, a actuar y al siguiente.
Además había planificación
, no daba la sensación de que se despachaba a los cantantes a velocidades supersónicas, sino que la cosa fluía. Se iba desarrollando.
En ese aspecto era tan bueno que hasta parecía estar viendo un show americano o británico, planos además cuidados al son de la música para que se lucieran las coreografías y una gran realización.
En ese aspecto me parece intachable.
Digno de admirar.
Un antes y un después.

El problema de anoche viene de muchos otros factores.

El primero de ellos fue el jurado, alabando, poniéndose de pie ante actuaciones verdaderamente lamentables e hinchando un globo de autoestima a verdaderos frikys. Daba igual lo que hicieran, no había un ápice de crítica.
No digo que tengan que ser Risto y ponerles a parir. No, siempre hay un punto intermedio, un decirles has desafinado un poco o controla tu estilo. Y anoche era tal el peloteo que daba vergüenza ajena y en resumen era completamente prescindible cada vez que intervenían.



Amén de tener a un caduco Albert Hammod, una Merche un poco alicaída (al nivel de Melocos diría yo), David Ascario (cuyo récord profesional es ser novio de Laura Sánchez), y sobre todo a un Boris Izaguirre cargante y pesado al que Anne tuvo que ponerle en su sitio, eso sí, al estilo John Cobra con sus cariños y demás. Un momento de enmarcar sin duda el ver a Anne pidiéndole que se callara y se sentara mientras el público aplaudía.
No entiendo como Boris escribiendo tan bien como escribe (y no hay ninguna ironía en ello, me parece un crack literario) no deja de hacer el memo en televisión. Ansias de fama, el necesitar ser protagonista o vete a saber qué, pero nos haría un gran favor con un retiro de la pequeña pantalla y sacar libros con mayor frecuencia.

Y luego también estaba Reyes del Amor, cronista eurofan que parece la prima perdida de Joana Subirana de Mira quien baila. Esta mujer con estética de echar las cartas del tarot en cualquier momento no entendió lo que era ser jurado y cada vez que hablaba lo hacía para tratar de demostrarnos que sabe mucho del festival. Querida Reyes del Amor (hay que tener mala hostia para llamarse así) me da igual que te sepas los puntos que sacó Finlandia en el festival del 74, el nombre del peluquero de Julio Iglesias en el 85 o si cuando ganó Carola iba rasurada o depilación brasileña, te pongo la medalla honorífica de que sabes más que la Wikipedia y ponte a evaluar a los cantantes. Esta tía me pareció una petarda pagada de si misma. Que se compre el trivial de eurovisión y nos pongan a alguien que de verdad juzgue.

Respecto a los presentadores, pues Ane Igartiburu, que iba anoche disfrazada de Mercedes Milá, nunca me ha gustado, pero vista Pilar Rubio ya son todas buenas. La chica se confunde cada tres palabras y presenta todo como si le metiesen una moneda por la espalda y hiciese sus inflexiones. Pero al menos está segura del escenario y sabe pedir silencio con “cariño”.

El que crispa es Daniel Diges con su sobredosis de mimosín en el backstage, sin quitarse la cazadora y tratando de ser protagonista en sus intervenciones. Bastante soso y perdido y con poco o nada que aportar con preguntas del tipo ¿Qué tal? O ¿Cómo veis el nivelazo de vuestros rivales?
Chico cúrratelo un poco, que esas preguntas las hace mi madre si le dicen cuarenta segundos antes que tiene que estar en el backstage. Empápate un poco la trayectoria y pregúntales algo con relación a ello… Aún así como las conexiones eran breves y tampoco chirrió más de la cuenta. Aunque se me ocurren varios nombres antes que este hico.

El mayor problema anoche fue el “nivel” general de los candidatos.
Porque lo que vimos anoche fue de un nivel muy bajo.
Pésimo diría yo.
Iba a poner que el peor nivel de los últimos años pero es que ha sido muy bajo siempre.
Es una pena que este año Coral no se presente porque visto el panorama podía quedar segunda tranquilamente.

Para mayor colmo el jurado se cargó a lo poco decente y el público no acompañó.
María López de Factor X (la voz potente del concurso) y una tal Paula Marengo (un cruce imposible entre Rossy de Palma y Maria Barranco) fueron desechadas en pro de una boyband de esas que fracasa en eurovisión cada dos por tres y que solo son retales de eurojuniors, una banda que se llama Me da Igual y que hizo rock el bailar pegados (hubo lamentable momento ¡arriba!), un Elvis Presley de garrafón (que encima se compara con Bublé ¡cómo está el patio!), otra que salió en camisón a cantar una canción para la que nadie tenemos edad, y sobre todo una locaza con mechón rubio que se merece un punto y aparte.

El tal Gio ha copiado a Jhota de Gran Hermano el estilismo. A ver campeón, colgarse una cassette de colores y ponerse todo lo que pillas por los descartes de rebajas del mercadillo choni de la Vane no es estilo, ni moderno, ni quiera cool, es ridículo.
Esa impresión dabas anoche, de hacer el ridículo.
Y ojo, que admiro la idea de versionar una canción poniéndo un rap, unos toques country… pero si la hubiese cantado otro, es decir, puede que el chico tiene ideas para la música pero no vale como cantante primero por imagen y luego porque no canta nada bien. Hay muchos productores, ayudantes, etcétera. No digo que Gio no tenga futuro alguno en esto, pero no como cantante más allá del singstar de sus amigos… alguien debería decírselo en lugar de ponerse de pie como hizo Boris (De loca a loca y tiro porque me toca).

Otra cosa, a los candidatos que quedan: que intenten cantar en el idioma que conocen. Ese francés tan chuchuflero, ese inglés de la boyband… A ver, termina por dar verdadera vergüenza ajena casi hasta tal punto como ver a Baltanás dando palmas a un violín.
Ver para creer.

Los artistas invitados, pues Soraya con su galería de gruñidos antes de cantar y unos desafines a los que no nos tenía acostumbrados (antes pronunciaba sospechosamente, ahora gruñe) y Pitingo que ya debería estar en la cárcel por las versiones tan desastrosas que hace.
Respecto a Soraya, que rápido se le ha olvidado cómo puso a parir a TVE por su paso por Eurovision culpándole por todos los males del mundo en lugar de admitir que ni la canción ni la puesta en escena que hizo eran buenas. En fin, que pronto se olvida, sobre todo si hay promoción de por medio…

Pero hubo más momentos mágicos, los músicos de fondo que sabías que no estaban tocando con mención especial a un guitarrista de gafas que andaba ahí creyéndoselo y todo dando acordes al Fairytale (¿a quién quieres engañar? ¿a Coraluna?) o dos que andaban con una bandera en el público y que no paraban de agitarla, se pegaron una paliza tremenda y cada vez que aparecían en mi casa nos moríamos de risa.

En resumen, que lo de anoche fue una gran intentona por hacer unas preselecciones dignas, nos quitamos como 2 horas de sopor de encima y mucha caspa, técnicamente fue impecable, pero el nivel era infumable, si mejora de cara a la siguiente gala la cosa puede ser incluso satisfactoria, de momento sigue siendo un circo de frikys del que reirse.

3 comentarios:

  1. Y otra crítica que coincide con la tuy,a muy buena por cierto.
    http://jmnoticias.com/2011/01/29/vergonzoso-destino-eurovision-de-tve/

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  2. No hay nada que objetar a tu crítica, excepto algo que he de decirte y que supongo que si lo has dicho es porque no lo conoces: Daniel Diges no va de mimosín ni de simpático: ÉL ES ASÍ EN SU DÍA A DÍA Y CON TODO EL MUNDO. Y está ahí en esas galas precisamente no para hacer de periodista sino para poner un punto de frescura y naturalidad que un periodista por serlo, no podría. Y a Dani le sale sin pensarlo porque él, repito, es así de sencillo, simpático y cariñoso y lo que hay que hacer en vez de criticarle es darle las gracias por ser así.

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  3. Totalmente de acuerdo con casi todo, solo que "el guitarrista de gafas" es en realidad el bajista de la banda, y los bajistas no ponen acordes a nada. Las gafas son parte del atrezzo y la imagen que Gestmusic quiere dar, no tiene nada que ver con el músico en si, y tambien te puedo decir que los músicos tocan de verdad, aunque evidentemente sigue siendo un playback instrumental.

    El resto, me parece una muy buena crítica.

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