viernes, 5 de julio de 2013

The Bling Ring (2013) - *****

La Frivolidad es el mejor antídoto contra la enfermedad de lo que uno es 








      “Se te considera superficial y tonta por estar interesada en la moda, pero creo que uno puede tener fondo y estar igualmente interesado en la frivolidad.”

Sofia Coppola



Acabo de llegar a casa dispuesto a escribir esta crítica en mi carísimo MacBook Pro y enfundado en unos jeans D&G, unas deportivas Puma plateadas edición coleccionista, una camiseta de Micky Mouse de Disney para D&G, un reloj de By Basi de Armand Bassi y las gafas de sol sobre mi cabeza de Armani Exchange mientras me ciega el reflejo en la pantalla de mi cruz al cuello por cortesía de Giorgio Armani. y escribo en la mesa junto iphone 5 y mi iPad en una funda de Thomas Baker.

Somos unos superficiales, hasta los que tenemos (o pretendemos tener) fondo nos gusta ese aire de exclusividad fingida y cada día es más y más evidente en las nuevas y (ya pervertidas) generaciones. Pero yo soy el ejemplo menos contante, el nuevo modelo de mujer de toda una generación adulta es Angelina Jolie (genial ironía de Coppola) y ya no eres nadie si no te respaldan y te llenar a retweets, likes y comentarios. No has vivido nada si no lo cuentas. Y soy culpable de que tuiteé una foto de mi entrada de cine pasada por el filtro de instagram para contarle al mundo que estaba esperando a ver la nueva película de Sofia Coppola: The Bling Ring, que resulta ser toda una oda a la superficialidad, al vive la vie y a las lucecitas de la noche que ciegan sobre Los Angeles.
De hecho los desenfoques de la cinta no son absolutamente casualidad y su retrato del entorno (una vez más) ejerce tanto protagonismo como en cada de sus anteriores cintas.

Para la nueva película se ha basado en un artículo sobre una pandilla adolescente que cometió una serie derobos en las principales mansiones de los “A-list” más cotizados por las revistas del corazón y que no son otros que toda una tropa de gente conocida más por sus escándalos y estupideces que por su trabajo gente como Lindsay Lohan, Paris Hilton, Britney Spears, Nicole Richie... Algunas con talento pero más (re) conocidas por otro tipo de atributos. Y de ahí ejerce una sucinta crítica tamizada de ironía a todo aquello que supone el hecho de que la puerta del famoseo se ha abierto con cualquier Reallity Show y toda una generación de gente que puede conseguir reconocimiento, fama y dinero rápido simplemente con ser notorio y desagradable. Y lo peor es que encima es cierto.

En la película un grupo de gente roba las mansiones de las estrellas famosas, se divierte con todo tipo de excesos y les cogen. El argumento, como siempre en manos de la hija de Coppola es lo de menos, lo de más es cómo se despliega y desdobla para crear todo tipo de sensaciones y experiencias y va dejando la crítica latente tanto al mundillo cool, como a la clase media, como sobre todo a los que alimentan y fomentan este circo que se ha convertido en un referente para toda una generación.
La del instagram, el facebook y el hacerse constantemente fotografías con móviles última generación que todo el mundo ya no tiene sino que DEBE tener. Todo eso está ahí como la perspectiva de facebook constante (¿os acordáis de la foto del arroz Basmati en los ritos de Inglaterra?)