sábado, 12 de abril de 2014

Noé (Noah, 2014) - *

Vacaciones en el mar

Hay que tenerlos muy bien puestos para marcarse un trolleo de escala bíblica llevado hasta estas últimas consecuencias como el que se ha marcado Darren Aronofsky con Noé (Noah, 2014) su adaptación “personal” del relato bíblico del arca más famoso del mundo tras el que buscó y encontró Indiana Jones. Y digo esto porque a “Noé” es imposible tomarla en serio, es una de las mayores chuflas y tomaduras de pelo que se ha hecho en tiempo, tanto que me recuerda a cualquier producción de Asylum, a una película chunga del canal Syfy de tiburones que vuelan por los aires o cocodrilos mutados con dinosaurios. “Noé” es épica, pero por el grandísimo cachondeo y chorreo que se pegan a costa de la Biblia.

Me encuentro un poco sin saber dar una valoración de la cinta y esta es la segunda vez que me ocurre con el cine de Darren Aronofsky, me sucedió con “La fuente de la vida” (The fountain, 2006) y me sucede ahora. En aquella fue porque era tan atractiva e hipnótica que a pesar de ser una ida de olla me tuvo fascinado y confundido. Ahora es porque “Noé” es realmente mala y sin embargo me estuve riendo y entretenido durante las dos horas y cuarto (que ya está bien para contarnos una historia que todos sabemos) que dura la cinta, y eso es difícil de lograr, pero no quería que terminara simplemente para descubrir otro momentazo que me hiciera soltar otra carcajada.

Y no lo digo porque sea un ultrarreligioso que me rasgue las vestiduras porque han tocado algo sagrado (eso me da bastante igual), ni porque eso que toca esté bañado de más ciencia ficción (a ver si hacer que una pareja de cada de animales se reúna en un barco para aguantar el apocalipsis no es poca ciencia ficción) sino porque los giros, interpretaciones y situaciones están tan forzadas y de manera tan surrealista que en lugar de la película de un verdadero genio que casi roza la nominación al Oscar con El Cisne Negro y El Luchador, parece Roland Emmerich volviendo a hacer otra de las suyas.

A partir de aquí spoilers del argumento. Salta al final si no quieres leerlo.

El argumento gira en torno a Noé, y arranca con el protagonista de niño con su padre que está a punto de ser tocado por el mismo con el dedo tras ponerse una piel de serpiente que, presuponemos y nos creemos, que viene de la serpiente del “pecado original”. El caso es que llega uno de los malos (facilmente identificable porque es feo y va de negro) y le mata. Con lo que se nos cuenta que la Tierra está corrupta por el pecado de los hombres. 

A todo esto se nos dice que desde que se originó la raza humana, hubo una serie de Ángeles caídos que se convirtieron en monstruos de piedra (sí, como lo oyes) y ayudaron a los humanos a construir civilizaciones antes de que los humanos les traicionaran.