miércoles, 28 de marzo de 2012

3 años amando el cine

lunes, 19 de marzo de 2012

Especial - YO MATÉ A LAURA PALMER - Episodio Piloto

“Hay muchas historias en Twin Peaks, algunas son tristes y otras, divertidas. Algunas son historias de locura, de violencia. Algunas son corrientes, aunque todas tienen un toque de misterio. El misterio de la vida. A veces, el misterio de la muerte. El misterio del bosque. El bosque que rodea Twin Peaks. Para presentar esta historia, permitidme decir que comprende un todo. Está más allá del fuego, aunque pocos comprenden el significado de eso. Es la historia de muchos, pero comienza con Una. La que conduce a los demás es Laura Palmer. Laura es esa una.”





REVIEW EPISODIO PILOTO

Durante los primeros siete minutos y medio que arranca la serie, vemos como un hombre de un pacífico pueblo rodeado de bosques y dos montañas se acerca a pescar. Está amaneciendo, hay un aire de tensa calma en ese lugar en la frontera entre Estados Unidos y Canadá con 51201 habitantes. Entonces este hombre ve algo envuelto en unos plásticos trasparentes junto al río.
Es un cadáver, y en el minuto 7:30 escuchamos ese nombre que hizo girar la cabeza a medio mundo y que todavía hoy sigue vivo en el colectivo popular: Laura Palmer. Ella es la que está entre esos plásticos. Al menos su cuerpo, su vida, su alma, sus sueños y su espíritu continúa entre las historias que conforman el pueblo. 51200.

Laura es la reina del pueblo, guapa, popular, buena estudiante… un poco el ejemplo a seguir de  todo el mundo. Y la noticia de su muerte y asesinato deja conmocionados a todo el pueblo.

Ahí es donde llega el agente Cooper, a tratar de arrojar luz y descifrar el misterio de ¿Quién mató a Laura Palmer? Y al no haber un claro culpable tendrá que meterse en la intrahistoria de los habitantes donde cada uno guarda un misterio y una relación diferente, ya no solo con la víctima sino entre ellos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

ESTUDIOS DE CINE - EL CINE AUSTRALIANO Y NEOZELANDÉS CONTEMPORÁNEO

Viaje a las antípodas








Antes de los 90, la industria de cine australiana se encontraba claramente dividida en dos partes. Por un lado, el cine prestigioso de Fred Schepisi, Peter Weir y Gilliam Amstrong, que narraban típicas historias australianas: elaboradas, diseñadas con cuidado, ricas, artísticas y con una elegancia sutil.
Por otro lado, la industria de películas de serie B estaba en auge con comedias sexuales, y películas de aventura y acción y terror comúnmente llamado “Ozplitation”

Este nacimiento creativo se apodó como Australian New Wave que mucho tuvo que ver con las ayudas e impulsos de la Commonwealth y comenzaron a sufrir una crisis en 1980 debido a la reducción de ayuda estatal hasta que fue languideciendo más y más en películas dramáticas modestas de consumo propio.

No fue hasta los 90 cuando el continente australiano se abre cada vez más hacia fuera, empieza a crear una amplia diversidad temática y narrativa y abundan las colaboraciones internacionales con la idea de redefinir su imagen cultural y pasar página de su gran éxito anterior Cocodrilo Dundee (1986) y los dramas autóctonos de realismo social con fuerte contenido cultural y pocos matices “exportables”.

Gran parte del éxito corresponde a una generación de actores australianos que rompieron fronteras y ocuparon el star system mundial con su desembarco en Hollywood siguiendo los pasos de Mel Gibson, hablamos de Geoffrey Rush, Nicole Kidman, Russell Crowe, Cate Blanchett, Eric Bana, Toni Collete, Heath Ledger o Sam Worthington entre otros.

Peter Weir (1944) se consagraba en Hollywood con producciones americanas como Matrimonio de conveniencia (Green Card, 1990) y sobre todo lograba el respaldo definitivo con El Show de Truman (The Truman Show, 1998) y Master & Commander: Al otro lado del mundo (Master & Commander: The far side of the world, 2003).

Los directores autóctonos comienzan una nueva oleada con el fin de situar Australia en el mapa y dar nuevos aires al continente olvidando los conflictos de su pasado colonial y ofrecer una visión optimista e integradora.

Fruto de ésta ola surgen a comienzos de los 90 tres películas que serían claves para dar esta nueva imagen, tres grandes éxitos internacionales que rompieron los estereotipos y convenciones del cine Australiano hasta ese entonces con temas muy conocidos, espíritu desenfadado, guiones novedosos y casi autoparódicos y grandes interpretaciones. Hablamos de El amor está en el aire (Strictly Ballroom, 1992), La boda de Muriel (Muriel’s wedding, 1994) y Las aventuras de Priscilla reina del desierto (The adventures of Priscilla, queen of Desert, 1993). El colorido de las cintas, su carácter jovial, desenfadado y festivo y su marcada índole internacional provocaron éxitos de taquilla y reconocimiento por todo el mundo.

Con éstas reinvenciones de géneros Hollywood se fue interesando progresivamente en el estilo que surgía e iba adoptando como propios grandes nombres del continente.

El paulatino éxito y reconocimiento de la industria hacia el cine de las antípodas hizo que las películas fuesen cada vez más y más internacionales y fruto de ello llegaron los grandes titulares de la historia fílmica del continente: en 1993 Jane Campion consigue con El Piano (The Piano, 1993) ocho nominaciones a los Oscar y la palma de Oro en el festival de Cannes abriendo la puerta a la integración definitiva y la exportación internacional de su cine que se continuó con la comedia familiar Babe, el cerdito valiente (Babe, 1995) que obtuvo siete nominaciones a los Oscar y se mantiene vigente a día de hoy con continuas nominaciones y premios a cintas como Moulin Rouge!, Australia, Shine, Animal Kingdom y la que es, a día de hoy, la cinta más cara de la historia del país, la comedia musical de animación Happy Feet.

Mención aparte merece el neozelandés Peter Jackson (1961), que también traspasó fronteras con el drama Criaturas celestiales (Heavenly creatures, 1994) y la maquinaria de Hollywood le reclutó para llevar a puerto grandes proyectos con abultados presupuestos como la trilogía de El señor de los anillos y el remake de King Kong. Es de reseñar tanto éste director como Baz Luhrmann, pese a estar ampliamente integrados en los engranajes americanos continúan rodando en el continente pese a que toda la producción económica procede de grandes estudios estadounidenses consiguiendo potenciar y reactivar la industria fílmica del país.

Y es que en estos 20 años, Australia y sus cineastas han lavado la imagen del continente y convirtiéndose junto al Reino Unido en los brazos derechos del imperio americano y lanzando continuamente productos comerciales que obtienen un gran éxito internacional como El Santuario (Sanctum,2001), Daybreakers (Daybreakers, 2011), Mañana cuando la guerra empiece (Tomorrow when the war began, 2010), Wolf Creek (Wolf creek, 2005) o El territorio de la bestia (Rogue, 2007). Cintas cuya nacionalidad es solo una acepción ya que se fabrican para convencer a la audiencia global.

domingo, 4 de marzo de 2012

TARDE DE PERROS (1975) - ****1/2

Atracando un banco con lo puesto



Hay un momento de giro en “Tarde de perros” que da el tono conciso de la cinta. En él un atracador sale con dos rehenes, una mujer y un hombre para entregar a la policía a éste último. Entonces la mujer tiene la opción de escapar y la policía se lo grita “Huye, corre” y entonces ella responde mientras mira a la prensa reunida “Mi sitio está con mis chicas” y se vuelve dentro con el resto de rehenes y atracadores mientras se atusa el pelo.

No lo hace por heroísmo, ni por valentía sino por seguir en el centro de la cobertura mediática que se está realizando en directo. Lo habéis adivinado, ella lo está disfrutando.

Eso es lo grande de “Tarde de perros” (Dog day afternoon, 1975) que consigue encontrar el punto de ironía, crítica y acidez a través de un guión brillante sin caer en la sátira, la burla o la parodia.

El argumento de la película es sencillo, un grupo de atracadores inexpertos encabezados por Al Pacino se lanzan a atracar un banco en un acto rápido que terminaría en 10 minutos, sin embargo la inexperiencia de ellos les lleva a verse atrapados en el banco mientras el atraco se convierte en todo un espectáculo televisivo y con público en directo que aplaude y jalea como si de un mero show se tratara.

A través de este argumento el guión se sirve para ofrecer una crítica afilada contra muchos frentes: la opinión pública, el poder mediático, la ineptitud policial, el sistema laboral americano, la creación de héroes, la homosexualidad, el matrimonio…

Crítica de TV - GALA DE EUROVISION: PASTORA SOLER - 0/10

 ¿Y si mejor no vamos?


¡¡Lo han vuelto a hacer!! Y parecía imposible, pero Televisión Española ha vuelto a hacer la peor gala de selección de tema de eurovisión de la historia. Y eso que cada año pone el listón más alto.

Este año lo tenían más sencillo, nada de artistas noveles, ya teníamos a la cantante escogida y tenía que cantar 3 canciones. Algo sencillo, simple, fácil y con posibilidad de hacer algo con ritmo y buen gusto. Error. Esto es televisión española y se han empeñado en hacerlo lo peor posible. Lo bueno es que lo han conseguido, lo malo es que seguimos dando una imagen de país chapucero, cutre, inepto y muchos más adjetivos en la que puede haber sido una de las galas más vergonzosas del panorama televisivo en años.

En primer lugar para elegir entre tres canciones una gala no se puede ir a más de 2 horas de duración, sin orden, sin un guión claro y con todo el mundo perdido de lado a lado.

Para el plató reciclaron un poco el de las galas de nochebuena y pusieron un escenario enorme, con un sofá inmenso en el que solo se sentaban dos personas y al público lo embutieron en medio metro cuadrado con dos mesas camillas ahí puestas. Daba un aspecto muy raro todo ello por televisión.

La cosa comienza con Pastora cantando los tres temas y una pequeña pausa entre uno y otro para que se cambiara de vestido sin parar y mientras tres personas autodenominadas “eurofans” hablaban sobre… bueno da igual, en realidad no decían nada excepto que estaban encantados de estar ahí y de Pastora y… vamos que TVE está harta que les insulten y les ha dado voz para decir más bien poco. Uno de ellos dijo ser especialista en temas de eurovisión. Nunca encontré esa especialidad en ningún doctorado, pero oye, soñar es gratis.

También salían coreógrafos diciendo cómo podían quedar bien las canciones, pero ¡cuidado! No lo ponían en escena no vaya a ser que el espectador se entretuviera. Y es que las tres canciones fueron interpretadas igual: sin juegos de luces, ni coreografía, ni nada de nada. Pastora salía y cantaba. Y punto. No vaya a ser que preparasen una puesta en escena y los espectadores disfrutáramos de algo visual. Que sí que Pastora canta bien, pero podían haber puesto un ventilador, o algo.

Y mientras Anne Igartiburu casi en pijama presentando como si hubiese ido a los estudios a comprar pan y le hubieran dicho “ey yú, la de Marina D´Or, métete ahí un rato a presentar lo de eurovisión” y ella “pero si no tengo ni idea” y los otros “da igual, si esto no lo ve nadie”.
Así que ahí andaba diciendo cosas como “tenemos los mejores profesionales de la música en el jurado, reputadísimos” y eran tan conocidos que miraba las tarjetas para leer quiénes eran.
Además alguien la timó con el autobronceador y tenía la cara naranja, pero naranja naranja. Vamos que con el cuerpo de un color y la cara de otro pensaba que cada vez que abriese la boca iba a salir un caramelo PEZ.

Entre medias también hubo un concurso telefónico del que la Igartiburu dijo literalmente que “no sabía cómo funcionaba” y del que por supuesto los teléfonos no iban, las llamadas no iban y no había plan b preparado. La gala no saldrá en ningún zapping porque toda ella se podría emitir en el mismo. Sin corte alguno.

Las cosas surrealistas seguían con un experto en moda diciendo qué vestidos podría llevar Pastora o cómo iría guapa y la pobre estaría detrás pensando “¿quién es esta gente y por qué opinan de mí?” pues eso, que nadie lo acertamos

Luego salió una chica a regalar joyas de plástico buenísimo a Pastora para darle suerte y un montón de gente en plan diario de Patricia (marido, hermanos, sobrinos…) con el fin de hacer llorar a Pastora y conseguir que alguien se emocionara en semejante sopor. Hasta su sobrina le hizo un dibujo. Fíjense qué momentazo.

También cantaron los de siempre, con Sergio Dalma por ahí que no había encontrado la salida de ese especial que nos “regaló” en nochebuena y que se marcó un playback alucinante en un plató acondicionado para el directo y con un pinganillo para… bueno esos misterios que suceden en televisión española. Luego a quejarnos de cómo va la música... atajo de sinvergüen...

Después una chica de Azerbaiyán se puso hablar en vete a saber qué idioma con Anne Igartiburu y luego dijo lo bien que se come en ese país (sobre todo chuletas de cerdo) y cantantes trataron de hacerse promoción deseando suerte a Pastora.

Y como siempre en estas galas el sonido fue pésimo con micrófonos que no funcionaban, voces distorsionadas, música en canciones muy alta o que desaparecía de repente… pero bueno, lo típico. Ya estamos acostumbrados.

También hubo un pianista dándole sin parar a las teclas interpretando canciones lentísimas y la partitura de las tres canciones en modo bucle infinito dando una sensación de velatorio apabullante. Hubo un momento en que Anne pidió un redoble al pianista. Pobreta.

Al final salió elegida “Quédate conmigo” con la máxima votación tanto de jurado como de televoto, pero eso es lo de menos porque casi nadie estábamos espabilados a esa hora, en la que lo único que brilló fue la voz de Pastora y su interpretación junto a Malú y Bustamante, que tiene tablas. Pero es una pena que no se sepa adornar con algo de espectáculo televisivo todo esto.

En resumen, que solo quiero ganar eurovisión para ver que cutre gala prepara televisión española porque lo de esta noche ha sido de vergüenza ajena y encima ni ha salido Jimmy Jump a hacer algo. Al menos gané algún seguidor en twitter donde nadie dijo nada bueno de la gala.

sábado, 3 de marzo de 2012

DUELO AL SOL (Duel in the sun, 1946) - ****

 Del amor al odio no hay ni un paso


La historia del cine está plagada de ejemplos de ejemplos de películas que se hacen y confeccionan con propósitos más allá de los estrictamente cinematográficos, películas que se hacen con el propósito del lucimiento de un actor o una actriz o que tratan de continuar la estela de éxito de una cinta que despunta en un momento concreto y que beben de seguir dando al público lo que en ese momento parecen querer ver.

Conocer la intrahistoria de Duelo al Sol (Duel in the sun, 1946) es saber que se trata del empeño de un productor David O. Selznick que firma el guión adaptando una novela de éxito de Niven Busch que tiene muchos puntos en común con el enorme éxito de la época “Lo que el viento se llevó” que el propio productor llevo a la cima del estrellato mundial. Ahora prepara un gran vehículo similar al servicio y beneficio de su novia por entonces: Jennifer Jones.

Éstos datos aportan y situan la obra en el mapa y el por qué la cinta tuvo tanta repercusión en su año y al final no ha soportado el peso del recuerdo como muchas cintas coetáneas, muchas de ellas de incluso menor calidad y entretenimiento que este “Duelo al Sol”.

Porque la cinta cuenta una historia potente, la historia de una mujer de bandera, fuerte, con carácter y luchadora, la de Perla, una mestiza que ve cómo su padre mata a su madre y al amante de éste en un ataque de celos y es enviado a la horca por ello.
Es entonces cuando la protagonista es enviada junto al amor de la juventud de su padre que ahora se halla casada con el senador y vive en una hacienda texana llamada “Pequeña España”.

Allí tendrá que vivir bajo el rechazo del senador y su estricta y racista mirada (“la culpa es de esa india”) y sobre todo de los dos hijos de la pareja. Por un lado un galante noble, educado y considerado interpretado notablemente por Joseph Cotten y otro impulsivo, chulesco y canalla interpretado con maestría, encanto, química y fascinación por Gregory Peck.
Pronto ambos caerán enamorados por la protagonista y rivalizarán por su amor.

Ése es el melodrama protagonista de la cinta, que pese a que el envoltorio es el de un western, el corazón es el de un melodrama con ecos de tragedia griega relleno de conflictos sentimentales y protagonista y eje femenino. Ya dije que la estela de “Lo que el viento se llevó” es la que impulsó a confeccionar ésta cinta.

LOS MUPPETS (2011) - ****

Mah na mah na chu chu chururu



Hay algo mágico en la nostalgia, es un sentimiento único que apela a unas emociones positivas y que te hace volver a disfrutar de un recuerdo. Te permite apelar a ese rinconcito de tu memoria y decir “¡Eh! Esto es lo que tú sentías, ¿recuerdas esas tardes de bocadillos de nocilla frente al televisor?” y entonces vuelven a ti esas sensaciones y te conviertes en aquello que eras.

El cine ha tratado de revitalizar eso llamado nostalgia y aprovecharlo en su beneficio cada dos por tres, el ejemplo más claro y reciente es The Artist que hasta incluye partes del score de “Vertigo” para hacerte aflorar esas sensaciones. Es muy discutible esta técnica (¿acaso no puede la película establecerse como un nuevo recuerdo sin apelar al pasado?) pero es desde luego efectiva. Y a mí me sirve.
La película de los Muppets revitaliza ese show televisivo y te vuelve a transportar a ese lugar en tu memoria, y gran parte del éxito de la cinta radica en ello, en volver a ver esa cabecera y esos carismáticos personajes que se niegan a abandonar nuestras retinas.

Muchos dirán que el gran parte del éxito de esta pequeña joya festiva radica en esa interpelación, pero hay que reconocer que esta nueva versión de los Muppets tiene vida y alma propia, tiene simpatía, frescura, originalidad y la suficiente jovialidad para valerse por sí misma. Es cierto que los personajes son los que están inventados por Jim Henson en su mayoría (hay hueco para un nuevo) y que lo que eleva la cinta es la personalidad de ellos y el diseño que se sigue manteniendo de marionetas que se mantiene fresco en estos tiempos en que se puede hacer cualquier cosa a golpe de click. Pero, los que dicen eso que revisiones ese “Los teleñecos en el espacio” de 1999 o “los teleñecos en la isla del tesoro” para ver la diferencia de la magia.

Y es que lo bueno de esta revisión de los teleñecos es que está actualizada y pasada por el filtro de lo contemporáneo. En esta película el argumento es el de dos “hermanos” uno de ellos humano, otro muppet que crecen juntos y uno se siente aislado del mundo hasta que ve el show televisivo de Gustavo y compañía y siente que pertenece a un lugar. Cuando el humano va a celebrar el aniversario con su novia a Los Angeles invitan a este muppet para visitar el estudio de los mismos y ya está abandonado.