Amor enfermizo
Podría haber muchas aproximaciones a una historia de amor entre una chica con cáncer que lleva toda la vida en estado terminal y un chico con la misma enfermedad pero en remisión. Aquí tenemos la más adolescente, la más “cheesy”, empalagosa y comercial. Eso no tiene que ser necesariamente malo, únicamente hay que saber verlo como lo que es, y eso es una cinta de romance creada para adolescentes de entre 12 y 17 años o gente que disfrute llorando como una magdalena. El libro lo era, la cinta lo sabe llevar perfectamente a la pantalla.
En Bajo la misma estrella (The fault in our stars, 2014), conocemos a Hazel Grace, una joven que lleva prácticamente toda la vida como enferma terminal de cáncer. Su madre le obliga a salir de su cascarón de libros y cinismo y conoce en el grupo de apoyo a Gus, el chico popular al que el cáncer le truncó su carrera como jugador de baloncesto; juntos van forjando una amistad que se desarrolla en una historia de amor cocida a fuego lento y con la tragedia como telón de fondo.
El libro tenía un arranque poderoso lleno de un humor cargado de cinismo e ironía y cuando llegaba la historia de amor todo se volvía ligeramente convencional y adolescente antes de un final poderoso que me hizo girar la páginas de casi medio libro en una noche entera. La novela era un best-seller comercial para adolescentes que no tenía gran calidad, y sí conteníacada elemento para hacerte llorar y se esforzaba en ello, pero funcionaba y resultaba agradable de leer. Como un inspirado capítulo de Anatomía de Grey.
La cinta es lo mismo, podía tener más nervio, más humor y más cinismo hacia la vida real y menos momentos lacrimógenos, pero entonces sería otra película diferente y ésta es la que hay y no la que queremos que sea. Y seamos sinceros esta es la película que su target específico quiere ver y no la que un crítico académico desearía. Así que hay que saber verla en su contexto, en su entorno y apreciarla y quererla por ello. Es un filme adolescente que nunca pretende disfrazarse de otra cosa.
Como actriz principal y alma máter tenemos a Shailene Woodley, la actriz que nos conquistó en Los descendientes y que lleva aspiraciones de ser la nueva Jennifer Lawrence en un año con dos importantes éxitos (ésta junto a divergente) y que sabe inflar de vida a Hazel Grace, sabe dar a cada frase la credibilidad necesaria y consigue llevar todo el peso de la película perfectamente.
Su pareja en la ficción, Gus, está interpretada por Ansel Elgort que muestra ciertas carencias interpretativas. Seguramente su aire de chico bueno con aspecto chulesco fulmine a las adolescentes pero me costó muchísimo entender y respetar su interpretación y falta de carisma, sobre todo en la primera parte de la cinta.
Como secundarios tenemos también a Nat Wolff como Isaac, un personaje que en el libro me pareció ligeramente desdibujado y que el actor no consigue dar con él. En muchas escenas me parecía que se estaba como riendo, e incluso en sus momentos lacrimógenos no sabía dar con el tono y la convicción. Ambos actores me irritaron en bastante momentos y me hacen rebajar la nota final de la película.
La que sí que lo borda es Laura Dern que consigue construir un personaje que en el libro está casi de adorno y que ofrece una construcción admirable. Laura Dern está perfecta en cada una de sus frases y momentos sabiendo dar completamente en el clavo en todo momento. Ella y Shailene Woodley son el alma, la magia y la simplicidad de la cinta.
Willem Dafoe como el escritor Van Houten también demuestra que sabe lo que quiere y que lleva años haciendo esto. Hace lo que puede en su escaso tiempo en pantalla, pero lo hace francamente bien.
Todo ello está adornado con una dirección muy adecuada, ideas y grafismos modernos y una dirección artística y fotografía luminosa y en muchos momentos cargada de magia y que te hace sonreír como un idiota pensando que eso es bonito y tierno, gracias a una selección de canciones de pop muy avanillado y una bada sonora que sabe subrayar cada emoción y transportarte (y manipularte) a través de los sentimientos.
En comparación con el libro, han sabido hacer un gran guión y descartar las cosas que realmente aportaban bastante poco a la narración (la amiga de Hazel, la ex de Gus, todo lo relacionado a videojuegos o el libro de guerra que él lee) en pro de las buenas ideas del mismo (la granada, el miedo a morir por no herir a los que te quieren). Ambos se defienden bien como best seller juvenil y como película adolescente, saben moverse bien en sus aguas y mostrar argumentos sólidos para gustar a su público objetivo.
En resumen, Bajo la misma estrella es una cinta adolescente con todo lo que ello conlleva, pero es una bien hecha con rasgos de talento y buenas ideas que, aunque sea una lástima que no estén más y mejor desarrolladas, siempre son un placer encontrar en las cintas. Bajo la misma estrella es dulce, tierna, fresca, llena de calidez y luminosidad sobre un tema que podría haber sido un desastre. Es cierto que es manipuladora en las emociones pero sabe tocar las teclas del piano correctamente para que la melodía funcione.
Valoración: 7/10
Lo mejor: Las actrices
Lo peor: Los actores
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