sábado, 5 de marzo de 2016

¡Ave, César! (Hail, Caesar!, 2015) - **

Los que van al cine a dormir te saludan







Cuando veo algunas películas de los Coen tengo un cierto resquemor de no saber si no entiendo lo que estoy viendo o directamente no me gusta y no me parece bueno. Y no me refiero a grandes peliculones incontestables como “El gran Lebowsky”, “No es país para viejos” o “Fargo”. 
No. 
Me refiero a sus obras “menores”, totalmente intrascendentes para mí como “Quemar después de leer” o “Un tipo serio”, películas a las que le veo el por qué, una historia verdaderamente jugosa y con potencial, con momentos brillantes pero con una sensación general de no entretenimiento durante su visionado. 
Me explico, son películas que disfrutas mucho más pensando y escribiendo sobre ellas que realmente viéndolas. Con eso dicho, nunca podemos considerarlas como “malas”, porque la calidad está ahí, pero sí como fallidas. En ese grupo englobo “¡Ave, César!” su última obra ahora en nuestras pantallas que la podemos considerar como aceptable entre las “menores”.

La película gira en torno a la figura de un ficcionado Eddie Mannix, interpretado por Josh Brolin, un “arregla cosas” en los años dorados de los estudios de Hollywood. Y es ahí, en medio del rodaje de una grandísima super producción de los años 50 en torno a un soldado romano en los tiempos de Cristo cuando la película arranca con el secuestro de la super estrella y las tareas de este personaje por tratar de encontrarle mientras trata el día a día de las estrellas de los años 50.

Y el planteamiento es donde toda la película brilla como una de las grandes, con números “homenaje” al cine de los 50 (westerns, musicales, melodramas, dramas épicos…) y unas historias cruzadas con un buen planteamiento: desde una diva sureña soltera y embarazada pero que arrasa en el cine por su imagen cándida y de niña buena (genial Scarlett Johansson), el de trasladar a un artista de los westerns al drama y lidiar con director y actor hasta los tejemanejes a mantener con la prensa, la religión y hasta la política en un escenario al borde de la caza de brujas comunistas. Y todo ello en un tono ligero, de comedia absurda marca de la casa, pero cuidado, no es una comedia al uso.

Súmale un reparto más que excepcional encabezado por George Clooney, Tilda Swinton, Channing Tatum, Jonah Hill, Frances McDormand o los ya mencionados Brolin y Johansson.

¿Entonces qué falla?
Pues que los Coen se han olvidado que están haciendo una película para ser vista y hay tres factores clave que no funcionan. El primero es el del ritmo y entretenimiento, ninguna escena construye a otra, no hay momento, suspense o fascinación por ver qué va a suceder. Hay una escena tras otra, unas geniales y otras… otras que nos llevan al punto dos. Hay muchos chistes que sólo funcionan una vez, y se repiten una y otra vez (como las gemelas Swinton) y otros simplemente no tienen gracia (todo el segmento Jonah Hill). Y el tercero y más importante es que las historian no tienen ningún desarrollo: empiezan y terminan sin ningún conflicto o prácticamente interés.

Mientras el metraje va avanzando, siempre estás con una sensación vacía de no saber qué te quieren contar y más importante si tienes interés en saber qué va a suceder por esos personajes e historias, y cuando algo así funciona, ya puedes tener el mejor elenco de actores o una crítica subyacente, si no me interesa lo que sucede en pantalla y no me mantienes el interés por ninguna de las historias hasta el punto de olvidarme bastante a menudo de ellas. 

En resumen, estamos ante una buena película (sobre todo para los estándares actuales) pero fallida por tantos lugares (guión principalmente, falta cohesión y conjunto) que se queda en un conjunto descafeinado y poco interesante. Y es una pena, porque con mayor cohesión y presencia de las historias estarían ante una de las mejores películas de los Coen, pero como a uno le toca juzgar lo que hay y no lo que le hubiese querido que hubiera, nos toca pasar página, mandar a los Coen a rezar 5 Ave Marías y esperar a que la próxima sea más redonda. Una pena.

Lo mejor:  Los números homenajes de Johansson y Tatum
Lo peor: El guión poco desarrollado
Valoración: 4/10

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