martes, 9 de marzo de 2010

VIDA DIGITAL - Empezar desde el principio

Eso voy a tratar de hacer, de escribir un diario (día a día va a ser complicado) con las peripecias de un 24añero neurótico, depresivo, incomplaciente y bipolar (eso por hablar de patologías no diagnosticadas. No prometo nada más que sacarte a golpe de letras de tu vida hacia otra que desde mi prisma, resulta, cuanto menos divertida. Este es mi diario digital (que pá algo soy joven):

Madre de Dios…


O Querido Diario. Así es como se suele empezar estas cosas ¿no? Tampoco es cuestión de ponerse a inventar ni sentar a estas alturas ninguna cátedra. Querido Diario mi teclado está lleno de mierda.



Es la 1:30 del ya martes de 9 de marzo de 2009, y aquí pongo mi primera piedra para escribir una especie de diario. A buenas horas… Con 24 años sobre las lumbares (se suele decir la espalda pero a mi es lo que me duele).


No voy a negar que lo he intentando otras veces y siempre lo he dejado a mitad, soy así, pero no sé porqué pienso que esta vez puede ser diferente. A lo mejor es que estoy optimista escuchando Kelly Clarkson (cada uno hace con sus oídos lo que quiere ¿vale? Yo oigo música que a nadie le gusta).


Voy a resumir a toda velocidad el motivo por el cual lo voy a intentar…

prepárense:

No tengo ni la más remota idea.


Así de simple, esa es la manera de cómo actúo.

Suelo decir eso que queda muy bonito “actúo como lo siento”, aunque no es más que un montón de palabrería para enmascarar un “lo hago porque me sale de los cojones”.


Pido desde ya disculpas por mis tacos y palabrotas. Me salen únicamente al escribir, en la vida “ordinaria” (curiosa manera de llamar a lo que sucede mi cuerpo para fuera) no lo suelo hacer. Así que soy malescrito en lugar de malhablado.


Pero vamos a la carnaza y voy a hacer una confesión de esas que se escriben en los diarios y que puede ser el motivo del que cuente todas estas paranoias que nadie en su sano juicio leería (gracias a Dios que tú ávido lector estás tan mal como yo y el resto de la mayoría de los mortales). Puede que todo esté motivado en que creo que tras una larga temporada, puede que sienta eso que la gente llama Amor.


(pausa para un ooooohhh)


Suelo ser de género callado y toca pelotas, suelo mantener mi vida bastante bien cubiertas por capas de privacidad. Mi mano derecha suele saber poco de lo que hace la izquierda. Mis padres saben lo que a ellos les concierne, la gente de trabajo también, mis amigos igual, los de la universidad algún día les conoceré y las parejas (eventuales o formales) también están al margen. No suelo mezclar las esferas porque el resultado puede ser nefasto. No por nada, sino por orgullo.


Me refiero si una pareja te deja es una putada. Si encima tienes que dar explicaciones a demás personas la cagada se va sumando de opiniones y al final hay dos opciones: o te conviertes en una víctima (y me dan un asco terrible la gente que actúa así, me encantaría pisotearles sus patéticas caras llorosas) o hacen crecer un odio intrínseco que en realidad no tengo. Y llega un momento en que no sé ni cómo actuar con ese batiburrillo de sentimientos de “te sigo queriendo porque has sido importante para mi, pero a la vez mi semilla de rencor ha crecido tanto que te mataría para después llorar desconsolado en tu funeral”. Creedme, eso me ha pasado y no lo recomiendo.


Ya me he perdido de dónde iba.

El caso es que decía que me he vuelto a “enamorar”, con todas las comillas y dudas posibles, pero es así. Este sábado por la madrugada me sorprendí contándolo a diestro y siniestro. Y más que sorprenderme me dije, “Brugal, me has dado muchas satisfacciones, también algún que otro desliz olvidable, pero esto no me lo jodas”.


En un resumen claro y rápido mi situación sentimental histórica se resume en dos relaciones.


Una con una persona casada (ups) de la que me enamoré perdida y pasionalmente y que cuando la conseguí salí por patas para intentar ser un buen chico. Resultado: Pedrada mental considerable, lágrimas, días agónicos de beber sin parar y más de 8 meses de recuperación mental entre fiestas y confesiones interminables de lo perfecto que habría sido. (el tiempo me ha dicho que no habría sido perfecto y nuestros conatos de intentar llevarnos bien han acabado como el Aurora´s Rosary y yo he terminado en ese ciclo de rabia, dolor, alcohol y decepción). No lo recomiendo.


La otra fue con alguien a quien adoro pero con quien he puesto muchos frenos en parte porque la relación uno me dejó tocado y en parte porque al final era una pesada agobiante que vio mi defecto de miedo al compromiso (eso lo tienen todos) y lo hizo tan grande que hasta me lo llegué a creer, cuando únicamente no me quería comprometer con ella. Vamos a dejarlo en que “no lo sentía”. El caso es que estuve un año de relación y otro año dejándolo… lo que quiere decir que quedábamos, foll***mos, la cosa iba bien y volvía a salir la palabra compromiso por algún sitio y salía corriendo el tiempo prudente hasta que la cosa se volvía a repetir. Cíclicamente. Y era una mierda porque me llenaba de dudas constantemente. Tampoco lo recomiendo.


Y ahora está todo esto que está cambiando para mejor, Parvy se llama, y tengo la ligera sospecha que me van a a dar a probar mi propia medicina. Dice cosas muy similares a las mías (solo que en un inglés mejor pronunciado), del calibre de “no me siento a gusto perteneciendo a otra persona”,”no es nada serio sino… divertido”. Bueno ya se verá, de momento estoy contento (esa es la frase que no dejo de repetir sin parar).


Dios como asusta pensarlo, porque soy de ese género de neuróticos obsesivos y autodeprimentes. Lo voy a reconocer, necesito un poco de drama para alimentarme. Me siento feliz entre esas cosas, me paso horas escribiendo pseudo poemas pop sobre sentimientos melancólicos y demás.


Y ahora estoy contento.


Y no tengo ni idea de cómo afrontarlo. Es un sentimiento casi nuevo.


Voy a ver si limpio el teclado que al agitarlo han salido entre mierda diminuta, pelos de mi perra Buffy (de 4 patas que nadie se asuste). una pipa (pelada) y una pluma (ni idea de cómo ha llegado hasta ahí dentro porque no tengo pájaros). Es curioso la de cosas que pueden llegar a estar dentro de algo y que a la vez siga funcionando como si tal cosa.


Eso me pasa a mi. Es curioso lo que tengo dentro. Me siento también que me voy a dar al Hablar por hablar, necesito un poco de depresivos…



Espero que hasta mañana…

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