De mayor quiero ser tonta... y cobrar 100.000 Euros

El mundo se ha vuelto loco. Es oficial.

Me levanto hoy con una noticia atragantada entre los intestinos: Belén Esteban cobra más de 16 millones de pesetas al mes. Para los que solo piensan en Euros: 100.000 Euros. Tela marinera.

Ella hace bien en aceptarlos porque generará mucho más alrededor y sé de mucha gente que se engancha al Sálvame para ver a semejante elementa en acción soltando estebanadas cada dos por tres y sobre todo para comprobar como Jorge Javier Vázquez se ríe de ella cada dos por tres. Yo estoy convencido que un día le lanza cacahuetes cual alimentador del zoológico, pero oye a 100.000 euros por mes… pues no sé que decirles.


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Y es que ya no es solo lo que cobra por programa, sino lo que trabaja realmente. Esta señorita no hace reportajes, no creo que precise de hacer guiones y mucho menos me la imagino en una cabina de montaje. Su única labor es existir y ser tal cual es, es decir que cobra un sueldo de tales características por su manera ordinaria, cutre, hortera, choni, maleducada, deslenguada, fea, irrespetuosa con el ambiente y contaminante con los seres humanos.

Luego nos quejamos de los sueldos de los futbolistas, pero ellos al menos entrenan, ponen imagen, se sacrifican en carísimas fiestas y juegan al fútbol. Esta elementa únicamente tiene que calzarse el chándal por la mañana (como el de los del Madrid pero de terciopelo rosa y naranja) y salir a pasear con la bolsa de plástico bajo el brazo (¿porqué siempre sale de casa con algo entre las manos?) y a partir de ahí a hablar de su hija (la niña que siempre hemos visto borrosa pero todos sabemos que es más fea que un calcetín sucio), a contarnos que vuelve con su marido (perdí la cuenta de las idas y venidas que coinciden sorprendentemente con los estrenos de programas en la 3), que amos amos amos y demás movimientos de ojos por 100.000 Euros al mes. Porque imagino que su sueldo en el concurso de baile iba aparte.

Y aquí hago un inciso, porque quiero defender las dotes bailarinas de nuestra protagonista.
Querido Mira quien baila reconvertido en obra y gracia del copyright en Más que baile, ¿Porqué os empeñáis en hacer bailar a la Esteban con esa clase de horteradas tan pasadas de moda? A ella lo que le va es la danza contemporánea, dale una copa de garrafón, pon un coche en la pista y abre el maletero con negrita y el whisky hacendado mientras suena el chunda chunda. Ahí la Esteban lo da todo.
Pero claro la ponéis un vals… ¡un vals! Por amor de Dios es la Esteban.

Volviendo del inciso de nuestra Christiano Ronaldo televisiva, ¿porqué no se monta un imperio? Yo lo veo BE (de Belén Esteban of course), una línea de colonias de venta en el árbol o gadis, un libro de autoayuda que se venda junto a la pronto, fregonas especiales y sobre todo una moda de alta costura para andar por casa, consistente en batas, pantuflas, rulos y camisetas dadas de sí. Yo veo el negocio.

Bromas aparte y siendo serios la palabra es acojonante por el sueldo que cobra esta mujer, pero ole sus huevos porque al menos no está dejando que tres se enriquezcan a su costa. Al final va a resultar que la Esteban es menos tonta de lo que muchos pensábamos. Aunque… con todo lo que cobra… ¿Porqué no se operó la nariz como Dios (o Jacob) manda?