Hay una diferencia muy clara entre el qué contar y el cómo contarlo. No solo es suficiente una historia muy potente sino que hay que saber encontrar el tono, el ritmo y los matices necesarios para hacer de ella grande.
Eso lo han sabido, por ejemplo, en Dowton Abbey, un ejemplo de serie donde importa menos lo que cuentan que la manera en la que está narrada, los diálogos y el ritmo marcado de la dirección.
Y, ¿por qué digo esto? Pues muy sencillo, Ringer tiene un qué muy interesante, la historia es original y puede dar pie a muchos giros de trama inteligentes, pero adolece (enormemente) en el cómo nos hacen llegar esa historia que no termina de cuajar ni encontrar identidad y termina pinchando.
En primer lugar lo más atractivo de la serie es el regreso de Sarah Michelle Gellar a la pequeña pantalla después de haber hecho una de las mejores series de la historia de la pequeña pantalla nuestra cazadora favorita “Buffy Cazavampiros”.
El caso es que tras pinchar en cine (pese a aislados aciertos como El Grito o Scooby Doo) y terminar haciendo películas derechas al DVD con argumentos infumables (recuerda esa del hermano que dice que es su marido muerto) la chica ha vuelto a la pequeña pantalla que da mejor de comer y encima con un rol protagonista.
Sobre el papel Ringer sonaba muy bien: Una joven ex alcohólica y stripper es testigo de un asesinato por lo que se pone en la mira de toda una red criminal. Ante tanto peligro decide asaltar al guardia que la custodia y huir a refugiarse con su hermana gemela: toda una millonaria a la que todo le va aparentemente perfecto. Pero… La hermana se suicida delante de un croma horroroso y ella decide adoptar su identidad por un tiempo hasta que las cosas se calmen, pronto descubrirá que su hermana no es lo que parece…
El argumento hay que reconocer que mola. Es original, diferente y rico en matices, con dobles juegos, donde nada puede ser lo que parece y que pueden girar a la perfección. Y el caso es que la serie empieza muy bien dando información de manera inteligente (a través de la tele, de alcohólicos anónimos) y tratando al espectador de manera inteligente, pero pronto todo se tuerce, las dos Sarah Michelle Gellar nunca funcionan en pantalla y no paras de pensar que es una actriz haciendo de dos por lo que terminas por no creerte nada, a mayores se van a navegar… y bueno… creo que esa escena se merece salir en El Barco.
Ha sido duro verla, y más cuando ahora todas las series tratan de apuntar incluso más alto que el cine a nivel de calidad.
Y tras eso todo se va perdiendo, empiezan las canciones poperas sacadas de Gossip Girl que rompen por completo ese aire oscuro que tratan de dar, comienzan las sobre explicaciones, las incongruencias (esa llamada a su mentor) y sobre todo los lugares comunes, sumado a cómo te van narrando las cosas que suena acartonado. Es un piloto, hay que dejar respirar a la serie pero está tan a medio camino de querer ser oscura (drogas, asesinato, alcohol) y adolescente (un amante ¡qué fuerte!) que no termina por convencer.
La serie iba destinada a CBS pero al ver el resultado prefirieron pasársela a CW, ahora entiendo que en CBS no encajaría, pero tengo mis dudas respecto al público (por decir algo) de CW, ese canal que canceló Veronica Mars en pro de Melrose Place 2010…
En resumen, Ringer es interesante aunque su piloto sea muy mediocre y puede convertirse en una gran serie a seguir o en una patochada infumable. Todo apunta a lo segundo, pero habrá que darle un voto de confianza y dejar que la serie ruede un poco. De momento ha sido un pequeño chasco porque prometía más de lo que ha dado.
Lo mejor: El argumento
Lo peor: Le falta intensidad dramática
Posibilidades de darle 3 capítulos más: 70%
Valoración: 5,5/10
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