Podría ser algo bueno si...
De todos es sabido que las comedias necesitan su tiempo para encontrar su sitio, no todas arrancan carcajadas y consiguen lo que buscan desde su episodio piloto. Y más aún en el Reino Unido donde se presenta un piloto y luego se da luz verde a las series a raíz del mismo apuntado correcciones y direcciones a tomar, por ello las cadenas suelen arrancar con estreno de dos episodios el piloto con la premisa y otro donde se desarrolla más el ambiente sin la presión de presentar todo. Por desgracia Asylum (BBC4) arrancó con uno, y me dejó un sabor agrio con muy poco de dulce.
Me explico, y es que voy a ser un poco cauto a la hora de criticar “Asylum” la última obra de Kayvan Novak (Phone Jacker, Four Lions) porque hay potencial en la premisa pero que se queda en un concepto bueno de personaje en un entorno que promete pero que se sustenta en un par de lineas de diálogo acertadas que son recitadas por personajes insustanciales fuera de lugar, y así tratan de llenar el tiempo, con lo que el resultado no se termina de sostener.
El argumento gira en torno a Daniel Hern, una suerte de adaptación del jefe de wikileaks que tras ser declarado enemigo número uno de los Estados Unidos encuentra asilo político en un ficticio país denominado “El Rican” y, rodeado de gente con la que ni siquiera pasaría un par de horas en circunstancias normales se ve atrapado a permanecer en la embajada por un año.
Ahí es donde arranca la función, en una suerte de parodia-sátira de la realidad del líder de la filtración americana en territorio neutral y como pasa a convertirse en un mero objeto condenado al olvido. La premisa promete, el desarrollo defrauda.
Es en el aniversario de su estancia cuando el país acoge a otro “criminal” para relanzar la relevancia pública del país y conseguir invitados a una fiesta parlamentaria. Ahí es cuando llega Ludo, un pirata internauta que se encuentra en asilo por crear una web de descargas ilegales y lucrarse a cuenta de ello.
El trío se compone con el hijo del mandatario en sí y, a esperas de ver si desarrollan consecuentemente alguno de los otros personajes que se ven arrinconados a meras caricaturas algunas mejores (la abogada) y otras peores (la periodista de the Guardian interesada unicamente en celebrities) la serie va haciendo aguas entre la falta de saña, de crítica, y de consciencia al crear un universo propio y particular y sacarle partido.
No la descarto de momento a falta de ver cómo desarrollan el ambiente, pues hay talento de sobra y buenas ideas, pero el primer episodio como tal no deja de ser completamente fallido.
Lo mejor: La premisa promete
Lo peor: Sin duda el personaje de Ludo y la horripilante sobre actuación de Dustin Demri-Burns
Valoración: 3/10
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