lunes, 26 de diciembre de 2011

CRIADAS Y SEÑORAS (The Help) - ****1/2

Tú eres buena, tú eres lista, tú eres importante



Ver una película de manera absolutamente inmediata a terminar la novela (menos de 24 horas) hace que irremediablemente estés comparando todos y cada uno de los momentos, cada uno de los personajes y situaciones y que no todo encaje en cómo te lo imaginabas, lo cual es un importante hándicap.

Ha habido muchas diatribas acerca de aquello de que el libro siempre es mejor que la película, o de que de un libro bueno solo puede salir una película mala lo cual me parece ridículo porque tengo ejemplos de todo tipo. De libro malo a película excelente (Mystic River), de libro bueno a película mala (Una navidad diferente) y de libros buenos a películas buenas (la joven de la perla y en este caso “Criadas y señoras)

Mientras terminaba las hojas de la novela de Kathryn Stockett, sobre todo el último tramo porque yo que soy de leer lento me fundí la mitad final en tres días, pensaba que aquello en pantalla bien hecho iba a quedar de lujo. Y es que tanto la novela como la película tienen un grandísimo acierto y es la capacidad de emocionar sin sensiblerías y de conseguir atraparte por la emoción y el carisma de los personajes. Y todo eso está plasmado a la perfección en la pantalla (incluso los cambios como la historia de Constantine funcionan), porque Criadas y Señoras es una película que narra una época histórica concreta pero sin histrionismos, ni mentiras, ni manipulaciones baratas sino con honestidad y sinceridad a través de la boca de unos personajes perfectamente definidos. Y todo eso está en una envolvente película que es una dulce pasta de té y que te sabe transportar a lo largo de su viaje y atraparte sin complejos en sus historias hasta lograr emocionarte.


En este caso Criadas y Señoras trata sobre la vida en la ciudad de Jackson, Missisipi a principios de los años 60 cuando Estados Unidos empezaba a convulsionar por el movimiento de igualdad entre los habitantes de color y los blancos. En este caso concreto la ciudad permanece aislada en el limbo entre la ignorancia y sobre todo el miedo a revelarse o decir nada.

Entre todo esto una joven blanca, Skeeter, llega tras terminar la universidad y se encuentra lo atrasadas y acomodadas que están sus amigas, especialmente el bicho de Mrs. Hilly que quiere hacer más severas las medidas separatistas entre las dos razas.
Entonces tiene la idea de escribir un libro  en secreto con el punto de vista de las criadas, tanto para lo bueno como para lo malo, de lo que sucede allí. En su devenir le ayudarán dos: Aibeleen, una gran mujer que se considera más Nanny que criada y que cuida a una pequeña que es prácticamente repudiada por su madre por no ser una perfección de belleza, y Minnie que tras ser despedida por Mrs. Hilly acaba cuidando a una recién llegada Mrs. Celia que está loca perdida y que se encuentra el rechazo de todo el condado por más que intenta caer bien.

Lo mejor de toda la película (y del libro en extensión) es la complicidad de ambas criadas, su amistad y su manera de reírse de todo lo que les sucede y de ver optimismo, en ambos casos Minnie es una robaescenas con su habladuría y manera de ser siempre se lleva la función.

Pero más allá de la historia está el cómo está narrada, sin ahondar en el drama (hay malos tratos, hechos vejatorios, injusticias, enfermedades serias) y dando gran rienda al corazón y a la comedia. Es de esas películas que se ve con una sonrisa mientras se te escapan un par de lágrimas. Porque aunque hay gente mala, no todos los blancos son malos y de hecho, con la llegada del libro muchos cambian de opinión y se redimen de sus acciones pasados.

Gran parte de este peso, como imaginaréis corresponde a las actrices que montan toda esa complicidad. Pese a que la gran protagonista es Emma Stone (adorada por todos desde Rumores y Mentiras), poco a poco va perdiendo peso frente a las portentosas interpretaciones de Viola Davis y Octavia Spencer.

Y es que Viola Davis conserva toda la ternura, dignidad y grandeza del personaje y le da una humanidad y un alma realmente conmovedora. Es capaz de transmitir cada sentimiento con solo un gesto en un personaje que pasa por muchos estados a lo largo de la película.

En otro registro está la capacidad cómica de Octavia Spencer con esos ojos enormes y su manera de gesticular y su gran expresividad que arranca carcajadas con su gran interpretación.

Ambas están soberbias, pero también lo está la gran Jessica Chanstain y Bryce Dallas Howard que saben definir el papel de su personaje con pocas escenas y otorgan un grandísimo conjunto de personajes femeninos. También los hay masculinos pero son meras comparsas de una película protagonizada por mujeres.

Respecto a la maravillosa banda sonora acompaña en todo momento con dulzura y ternura cada imagen y la acaricia provocando muchas sensaciones en una película que pese a su larga duración (unas dos horas y media) en ningún momento pierde el sentido del ritmo y la capacidad de entretenimiento.

En resumen, Criadas y señoras es una película muy completa realizada con vocación de entretenimiento y para un público mainstream, pero también es una película de portentosas interpretaciones y un drama en el fondo pero que consigue enmascararlo en comedia y en un resultado bonachón fabricado para emocionar y que consigue hacerlo. Una gran adaptación, con gran ambientación, y una maravillosa ejecución de una gran novela de la que muy pocos saldrán defraudados.  

Lo mejor: El tramo final es realmente conmovedor

Lo peor: Falta esa cara amable de las señoras que el libro sí sabe dar

Valoración: 8,5/10

Momentos favoritos:

5- La escena final
4- El arco de la madre: He decidido no morirme
3- Minnie y la tarta
2- La escena de la Iglesia
1- Aibeleen cuenta cómo murió su hijo

5 comentarios:

  1. Es verdad, porque la época de las libertades civiles no comenzó con la autoconsciencia de millones de afroamericanos semiesclavizados y tratados de ciudadanos de segunda sino porque el hombre blanco les dio la idea. ¡Así se habla!

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  2. Yo sólo he visto la película, no leí el libro. Y la película es interesante (por momentos me recordaba a la gran Tomates Verdes Fritos), aunque desde mi punto de vista, demasiado pastelona (en todos los sentidos posibles). La excusa que pone para denunciar el racismo (creo que para eso no hace falta excusa) de que el servicio utilice un cuarto de baño distinto al de los dueño de la casa, flojea un poco. Hay miles de motivos de mayor peso y menos comprensibles. Es cierto que si alguien es bueno para cuidar de tus hijos, también debería serlo para hacer sus necesidades en tu excusado, pero ¡cuanta gente no hay que es incapaz de hacer nada en un baño público o fuera de su propia casa!. Mucho más importante me parece y, apenas se esboza, el hecho de acusar a las criadas negras de robar, por ejemplo.

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  3. Y ahora un momento MENOS FAVORITO, que yo creo hizo retroceder a la película en todo lo que ya había avanzado: el de los inodoros en el jardín. Deveras las damas blancas de la sociedad creerían que se solicitaban inodoros para la subasta? Y dejarlos todoa ahí regados pro todas partes, y el azul que habían pintado y se veía horroroso? Esa, para mí, es una mala escena que como no he leído el libro no sé si se la haya inventado el adaptador del guión. La chica Skeeters tampoco se ve muy en época con ese cabello, y todo el tiempo me recordó a Lidnsay Lohan, lo que me ditrajo bastante, pero esa es otra historia. Muy buen blog, felicidades!

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  4. Gracias por los comentarios!! Pablo, la escena de los inodoros sí que está en el libro... Es un poco la venganza de skeeter por el tema que desencadena la "revolución"

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