La extraña pareja de misión catastrófica
“Infiltrados en clase” no es lo que me esperaba encontrar con ese título y esa pinta. En otras palabras, este remake de la serie de los 80 antaño protagonizada por Johny Depp y ahora por el dúo Jonah Hill/Channing Tatum me ha sorprendido por inesperada porque aunque todo apuntaba a lo contrario, el resultado es que como comedia y entretenimiento es muy eficaz, y diría que bastante buena.
Y es que el gran acierto de la cinta ha sido desligarse por completo de todo lo anterior y construir una pareja extraña que funciona como un reloj en las situaciones rocambolescas de la cinta. Ellos son Schmidt y Jenko que eran los contrarios en el instituto y lo siguen siendo ocho años después (uno es el chico popular y el otro el torpe nerd gordo). Con el tiempo se ven obligados en la academia de policía a intercambiar sus habilidades para conseguir aprobar. Por fortuna esta película no se centra demasiado en estos aspectos sino que los pasa con un montaje rápido y entretenido, de otra manera habría sido un gran error.
Tras meter la pata en su primera detención son destinados a una misión encubierta en un instituto, donde por azares de su inutilidad tendrán que cambiar los roles para descubrir una red de narcotráfico estudiantil.
Ni que decir tiene que nos da igual quién o quienes llevan las drogas o las venden. Lo que importa no es solo lo que nos cuentan sino lo que hace el dúo protagonista para hacer la cinta entretenida y lo mucho que les acompaña la frescura del guión en ello.
Una de las cosas que normalmente me cabrea en las pelis de instituto es que los actores ya suelen tener todos pelos en los huevos cuando van con la carpeta y ellas en la realidad ya han tenido un par de abortos antes del baile de graduación. Suele ser bastante ridículo todo eso. Aquí lo saben y el guión no teme apuntar a ello “¿qué edad tienes tú? ¿cuarenta?” le dice un estudiante a Channing Tatum. El guión es ágil y sabe apuntar su flecha al centro de la diana para conseguir las situaciones más improbables y fascinantemente ridículas.
Jonah Hill es parte pensante del guión y pone también su bis cómica al servicio. Tras su nominación al Oscar por Moneyball se ha convertido en algo así como una estrella y, a pesar de su físico, es tan carismático que se come la cinta. Channing Tatum, a pesar de lo que digan, me parece genial y en este papel lo clava, sabe autoparodiarse sin complejo y es la extraña pareja que forman la que eleva la cinta. Es de esas en las que sabes que con este dúo te lo vas a pasar bien y te metes en la película deseando que pasen más y más minutos porque no puedes esperar a ver qué más tonterías y payasadas hacen.
Y es que el gran acierto de la película es que ambos policías son amigos, se llevan bien en sus improbabilidades y esa camadería que se sirven, esas segundas posibilidades de comprenderse mejor el uno al otro y de volver al instituto donde no se entendían para descubrir de adultos que en realidad son las dos caras de la misma moneda mirando hacia otro lado.
En resumen, “Infiltrados en clase” puede parecer una estúpida película americana más con dos actores jóvenes haciendo el gamberro y el idiota mientras aprenden alguna lección vital y lo es. Pero eso no es necesariamente malo y es que con un guión apurado, una dirección ágil (por parte de los creadores de lluvia de albónfigas), unos secundarios con cameos irresistibles y cargados de surrealismo (Johny Depp se lleva la palma pero Nick Offerman, Ellie Kemper, Ice Cube… están geniales) y sobre todo el dúo cómico de Tatum-Hill consiguen que por una vez ser una comedia americana resulte algo realmente refrescante, divertido y entretenido.
Lo mejor… el dúo protagonista
Lo peor… no aspira a más
Valoración: 7/10
holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ke hay hermanos y hermanas
ResponderEliminarOigann alguien me dice como se llama la cancion que suena cuando estan en la fiesta de graduacion please
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