viernes, 4 de febrero de 2011

Crítica de Tv - ´The Office (Versión Americana) - 9,5/10

En el fondo no me importaría trabajar aquí


De vez en cuando se me cruza un cable de la cabeza y me pongo con una serie hasta hacer verdaderos maratones. Me ha sucedido con The Office, una de esas serie de culto de las que nunca me había parado a ver absolutamente nada y que cuando pillaba empezada a altas horas de la madrugada no me terminaba de enganchar.

Pero hace cosa de una semana decidí ponerme con ella y ver si realmente era tan brillante como los premios, la crítica y todo el mundo decían. Y tengo que reconocer que las dos primeras temporadas de esta serie son sumamente inteligentes, disparatadas, bien estructuradas, novedosas en cuanto a narrativa audiovisual y con unos personajes tan cuidados y ricos en matices que pronto te familiarizas con ellos y les coges cariño.
The office es una serie excepcional desde cualquier punto de vista.

El argumento de la serie es muy sencillo ya que “solo” trata la vida en una oficina, con la particularidad de que el jefe “Michael” es una de esas personas que se cree graciosa y amiga de todo el mundo y en realidad resulta patética y provoca vergüenza ajena. El papel está interpretado magistralmente por Steve Carrell que da con todos los matices y se convierte en el personaje con una facilidad que me deja pasmado. Su interpretación es tan real que te crees totalmente que él sea el personaje.

Es cierto que muchas veces el personaje es cargante y resulta incluso ofensivo, pero parte del encanto de la serie reside en reírte de la vergüenza ajena que provocan sus situaciones, el ver como un ser es patético creyéndose el alma de la fiesta. Y creo que todos hemos conocido a algún Michael Scott.



El resto de personajes son gente normal, en un trabajo de mierda que tienen que aguantar a un jefe medio lerdo, pero cada uno tiene sus matices, la india que habla por los codos y que es algo así como la cotilla adolescente, la estirada católica, el gordo raro, el viejo obsceno… Cada uno de los secundarios muy secundarios son geniales y tienen su personalidad definida en dos frases. Para mi es brillante la borracha y en el capítulo de San Valentín su gag casi me tira de la silla.

Pero si algo engrandece a una serie son los secundarios con más peso Dwight es el pelota obsesionado con su trabajo y que es realmente cargante y plomizo pero que es el objeto de todas las burlas de la gran pareja de la serie: Pam y Jim.


Ella es la recepcionista, él la única persona con dos dedos de frente en toda la oficina y que se toma el trabajo a cachondeo. Juntos se ríen de todos, comentan cada absurdez y tienen tal química y carisma que es imposible no caer rendidos a su historia de amor.

La relación entre ambos, en las dos primeras temporadas, está tan bien desarrollada, son tan inteligentes sus conversaciones y a la vez con tanta ternura y bien interpretadas que se convierten en el verdadero alma y resorte de la producción. Pocas veces, muy pocas he visto una amistad tan bien ilustrada, una ternura tan dosificada, unas miradas tan compenetradas y unas sonrisas que traspasen tanto la pantalla.

Pero el que es quizás el mayor rasgo definitorio de The Office es el cómo está filmada y del que ha bebido mucho Modern Family. En The office está rodado con la cámara como un personaje más, esto es, que los personajes saben que están siendo filmados y muchas veces actúan delante de la cámara convirtiendo todo en un metalenguaje. Además los personajes dan testimonios a modo de confesionarios que con la grandiosa labor de montaje que tiene la serie consigue sacar momentos desternillantes.

Pero a mi lo que más me gusta de la serie además de lo bien desarrollados que están los personajes y lo novedoso de la manera en que está contado es la inteligencia de los diálogos. Empecé apuntando unos cuantos y luego no sé porqué lo dejé. Algunas perlas son estas

“-Anoche, en intercambio de esposas ¿lo viste?

-No. Tengo una vida.

-¿Y cómo es eso?

-Deberías probarlo

-¿Y entonces quién vería mi tele?”

Pero es que encimade diálogos geniales tiene un humor muy ridículo y absurdo cargado de silencios y situaciones ridículas que hacen que sea imposible no desternillarte.

Por eso, recomiendo las dos primeras temporadas de The Office (versión americana) con más que entusiasmo porque The Office es divertida, rápida (20 minutos), adictiva, tierna, con personajes a los que coger cariño y altas dosis de adictividad.

The Office es simplemente una genialidad.

3 comentarios:

  1. Pués te entiendo perfectamente, a mi me ha pasado exactamente igual!!! llegué a The Office, a través de Modern Family, me detuve un momento a ver algunos capítulos de la primera temporada, y me pareció pesada, y varios de sus personajes incluyendo Michael y Dwight, llegaron a caerme mal, pero después en un momento de aburrimiento, decidí darle otra oportunidad, y me he dado cuenta, que esa primera temporada era necesaria, la serie es mágica, de no soportar a los personajes, vas creciendo con ellos, y aprendiendo a quererlos tal como son, ahora los adoro, sobre todo a Michael y Dwight. La serie además de situaciones muy cómicas, tiene momentos muy tiernos, y otras veces muy sarcásticos, pero sobre todo, magistralmente presentados. En resumén como es evidente la serie me encanta, y aunque sus personajes parecieran muy tontos, la recomiendo a todo aquel que guste del humor inteligente.

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  2. Los tintes de humor que se manejan en esta serie son realmente buenos, tomando en cuenta que hablamos de una comedia podríamos llegar a creer que está cargada y exagera con las escenas cómicas pero en este caso no es así, para mí más allá de los personajes me parece una serie mesurada y muy entretenida.

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  3. Estoy siguiéndola en Netflix. Es todo como se desbribe aquí. Es más. A medida que leo este blog no puedo dejar de sonreir.

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