jueves, 7 de octubre de 2010

CRASH (2004) - ***

Efectismo resultón. Pero esto no es una gran película




La gente se preguntará ¿a cuento de qué se pone Ivo ahora a escribir una crítica de una película de 2004 a la que la historia le ha permitido un merecido olvido y que a pesar de ese injustificado y sobrevalorado Oscar no está en ninguna de esas listas que ahora todo el mundo se pone a hacer con lo mejor de la década?

Pues la razón es sencilla, el otro día me dijeron que Crash era una de las mejores películas de la historia, que era cine con mayúsculas y todas esos adjetivos que se podrían poner a otras cintas. Yo dije que Crash no era eso, que es una película notable pero con más efectismo que ideas y que solo utiliza trucos para engañar a la gran masa con falso lirismo y filosofía barata.

Me dijeron que no tenía ni idea de cine.

Hoy he vuelto a ver la película para fundamentar o cambiar mi opinión.
A lo mejor estaba equivocado y solo me dejaba llevar por un absurdo cabreo del tipo “Brokeback Mountain” merecía el Oscar y esta película se lo robó.

Pues tras ver Crash por cuarta vez cada día me gusta menos.

Sigo diciendo lo mismo, esta historia cruzada de historias de inmigrantes en Los Ángeles que pretende ser un estudio diseminado del racismo es puro efectismo y cacharrería barata para engañar al momento y que no soporta un segundo análisis.



En primer lugar tenemos un problema fundamental de concepto, y es que se nota entre mucho y demasiado el hecho de que la película se fundamenta a través de una moralina y no de una historia que contar, porque en Crash no hay una historia que contar, en realidad no hay un hilo sino una moralina con un falso lirismo del estilo “en Los Ángeles nadie nos tocamos solo chocamos” y cosas parecidas. De esas que en el momento que las ves o las oyes piensas “que inteligente”, pero en realidad cuando lo analizas dices “vaya pijada, si no tiene sentido”.

Fue entonces cuando Haggis tenía un mensaje “los americanos somos buenos vengamos de donde vengamos y son las circunstancias las que nos hacen colisionar”, de ahí dijo voy a hacer una historia cruzada y voy a verme las películas de dos genios de esta técnica por un lado Robert Altman y por otro el revolucionario y magnifico Paul Thomas Anderson.

Tras verlas pensó ¿y si copio sus ideas?
Total son directores de culto y la mayoría del americano tontito medio no ha visto sus citas. Y eso es lo que hace el director. Donde Altman y sobre todo Anderson reinventan, cohesionan e influyen su talento y personalidad, Haggis se dedica a copiar y pegar sin la menor idea propia y sin ningún pulso nervioso o ganas de hacer algo diferente.
Ya le gustaría a Crash tener un mísero plano secuencia como el de Magnolia.

Altman suele crear personajes singulares, seres humanos con vida propia, suele definirlos, los distingue y los ensambla y a partir de ellos la historia se va cociendo. En Crash es imposible que suceda esto, tan solo el personaje de Don Cheadle parece medianamente desarrollado. El resto son meros maniquíes que aparecen en la historia para provocar un efecto dramático. Es imposible conocer sus nombres. Es imposible conocer cómo van a actuar. Solo es presentación de personaje (buenos / malos), vuelve a aparecer para crear un super efectismo dramático (cargado de la música lírica a todo volumen) y luego una conclusión del tipo “seamos de donde seamos todos somos buenos”. (La historia de Sandra Bullock es el colmo de esta manera de narrar).

No hay nada más.

Y esa narración la hace un mono con paraguas.

Es básica, ínfima y solo se basa en los trucos que utilices para emocionar a ola a la platea. Y eso sí que es de admirar de este director.
Pones un par de momentos grandes en los que involucres fuego, niños, y cámara lenta, con un montón de gritos y música lírica a todo volumen, (es que lo de la música es lo más manipulador que he visto jamás, no ayuda al mensaje sino que subraya las emociones), y en eso es donde Crash resulta buena en la idea de mantener pegado a la gente a la pantalla y con ganas de querer saber más. Lo hace mediante trucos, pero lo hace al fin y al cabo.

Es lo bueno de Crash, sus ganchos dramáticos, sus trucos están bien hechos. Pero no deja de ser falso cine. Aunque ya ahondaré en ello.

Porque he dicho que este hombre también bebe (por no decir plagia descaradamente) de Paul Thomas Anderson. Adoro Magnolia, también me encantó Boggie Nights aunque menos, pero es que lo del final de Crash es un insulto a la inteligencia. Si la lluvia de sapos de Magnolia limpia las historias y nos adentra en el final, en Crash es la nieve la que nos lleva inesperadamente (del mismo modo que en Magnolia) a los acontecimientos finales y para colmo la música y los créditos son prácticamente inéditos. Y a mi me entra un “vete a la mierda” innegable hacia este realizador.

Y ni que decir tiene el cómo se relacionan los personajes.
En Magnolia descubrimos paulatinamente que no se trata de abarcar un abanico inmenso de personajes, sino que se trata de una familia y allegados y sus historias.

En crash no.

Se ha querido tocar todos los palos humanos de cada raza y luego mezclarlos. Algunas “colisiones” son tan forzadas que solo un imbécil redomado las tomaría por ciertas. El caso era trazar personajes simbólicos y generalizados de manera que todos estén integrados sean chinos, latinos, negros, racistas, ricos, pobres, árabes buenos, árabes malos… como un anuncio de benetton, y luego hacer como sea que se crucen (hay tal inverosimilitud que deja lo de Babel en ciencia ficción).

Para colmo en Crash todos los personajes parecen tristes y cabizbajos y hablan como si andaran dando lecciones y estuvieran escribiendo poesía y filosofía. Nadie habla como lo hacen en Crash. Y menos en EEUU. Y mucho menos en Los Ángeles.

Con este material encima se desaprovecha a los actores que están demasiado preocupados en parecer que lo pasan mal. Se nota de sobremanera que la película quiere hablar de todos los inmigrantes pero está escrita por un blanco que lleva sus propios prejuicios a imaginar los de cada raza. Por ejemplo la amante y compañera de Cheadle, una oficial portorriqueña/salvadoreña, en vez de ser actuada por una latina, es presentado como el mito femenino hispano típico del hombre anglosajón, una mujer exuberante y exótica como Jennifer Esposito.

Es decir que tenemos un montón de efectos dramáticos que se comen el espacio para desarrollar personajes, con lo que los actores simplemente se dedican a pasearse por una película del tío que escribió Million Dollar Baby y eso tiene que dar un caché...
Y si ustedes creen que no hay personajes que sobran prueben a eliminar a uno cualquiera, el que elijan ¿a que la historia y el mensaje sigue siendo el mismo y no ha pasado nada?

Pues entonces tenemos un problema.

Muy grande.

No hay más que un mensaje que se basa en una gran utilización del drama en momentos puntuales, sin personajes a los que coger cariño y sin mayor énfasis que el de contentar a todo el mundo con mensajes filosóficos de patio de colegio que harán que la gente crea que ve algo rematadamente inteligente.

Para más INRI no hay diferencias pasmosas a lo largo de la cinta, solo una repetición constante y mutilante del mismo mensaje, se subraya una y otra vez que todos tenemos dos caras y es la sociedad y sobre todo las circunstancias la que nos hace sacar la mala.
Todos tenemos dos caras. Menos Paul Haggis que solo tiene una. Y es como un trolebús.

4 comentarios:

  1. Me gusta tu critica y concuerdo con que se robó el oscar a Brokeback Mountain.

    ResponderEliminar
  2. Me acabas de destrozar el buen sabor de boca que me quedó al ver Crash este verano. Estoy de acuerdo contigo en ciertos aspectos (lo de Bullock disculpándose a la criada o el afroamericano liberando a los esclavos es INCREÍBLE) pero aún así hay algo en esta película que me tocó hondo. Puede ser que simplemente fui engañado...

    ResponderEliminar
  3. Cada persona somos un mundo, a mi me pareció filosofía barata, pero respeto que haya gente ue le guste. De hecho no es para nada mala película. Ahora quitarle el Oscar a Brokeback Mountain no tiene perdón de Dios

    ResponderEliminar
  4. No me parece filosofía barata. Para algunos será obvio pero el racismo no es exclusividad de los blancos, somos capaces de lo más noble y de lo más horrible. No creo que sea necesario un narrador omniciente para saber que el personaje de Matt Dillon siente culpa (más que racista me parece que dirige su impotencia hacia el abuso de poder), que el de Terrence Howard resignación que luego explota contra el más débil, que el de Ryan Phillipe miedo de ser juzgado por algo que no quiso hacer, etc... En lo que si estoy PLENAMENTE DE ACUERDO es que exageraron con algunas escenas como la del balazo, la de Sandra Bullock diciendole a la chacha que es su mejor amiga, y la de Ludacris como paladín de la libertad. Pudieron expresar los cambios pero de una manera menos telenovelesca. Crash no es de las mejores de la historia (tampoco me parece de las peores) y Brokeback Mountain mereció ese óscar. Mi opinión.

    ResponderEliminar