RAISNG HOPE - 8/10

O lo que mola ser un perdedor

Hoy es uno de esos días en que uno suelta un suspiro de alivio de los más grandes, “Raising Hope” ha sido el primero de los estrenos en conseguir una temporada completa, es decir que al menos veremos 22 episodios de esta comedia lo cual me parece una gran noticia ya que junto a Running Wilde y The Event (aunque está perdiendo el norte con tres episodios) me han parecido los mejores estrenos de una temporada más bien marcada por los fracasos.

Raising Hope es una comedia con tintes negros en la que todos los personajes son perdedores y en el que un pobre joven tiene que lidiar con las locuras de su familia y criar a una niña que tuvo en una noche de pasión en la que consumó con una asesina en serie a la que frieron en la silla eléctrica. Y claro se tiene que hacer cargo de la susodicha que apr colmo del cachondeo y regocijo se llama "princess Beyonce"

Muchos criticaron el piloto porque no hacía gracia…

es complicado hacer un piloto tan perfecto como el que presentó Modern Family el pasado año, es decir que presente los personajes, muestre la estética de la serie, te haga el concepto de universo ficcional donde se va a desarrollar la historia y encima sea tronchantemente divertido. Eso lo hizo Modern Family y ya sabemos que acabó en Emmy.

El de Raising Hope fue diferente, se centró en enseñar las cartas, contar el pretexto y mostrarnos a cada personaje. No fue tronchante con gag a cada segundo sino de esos que se ven apaciblemente y te dejan sentadas las bases para futuros momentos grandiosos de la serie. A mi me pareció muy buen piloto, pero no escribí la crítica a esperas de ver cómo se desarrollaba la cosa (y si le dejaban, que en Estados Unidos no les tiembla para cancelar una serie a las segundas de cambio).

Lo mejor de Raising Hope es el ambiente, el aroma que hay alrededor de la serie. El protagonista es un pringado que trabaja limpiando piscinas y arreglando jardines, para mayor suerte de perdedor lo hace para su padre que es otro de esos grandes looser que encima se mete con él.
Su madre le tuvo con la edad que él tiene que encargarse de su bebé y es una de esas dejadas de la sociedad americana que uno no sabe como consigue ponerse las bragas del derecho y que está en contra de tener un bebé en casa y se niega a contribuir a la causa.
Para colmo viven a cuento de su abuela, una mujer con una demencia senil de caballo que se cree que nuestro protagonista es su difunto marido y siempre se pasea en sujetador por la casa (excelente Cloris Leachman) y por supuesto no podía faltar la aspiración romántica en forma de cajera de supermercado con bastante mala uva y poco respeto hacia su trabajo.

Eso es lo mejor, lo bien definidos que están los personajes y el concepto serie tan conseguido, el tratar de criar a un bebé entre tantos personajes (sumados a unos amigos que seguro que darán situaciones increíbles y demás secundarios que prometen momentazos).
El estilo de humor es grotesco y cortado con patrón gordo con mucho humor negro y sarcástico que te harán decir una y otra vez ¡Ay por favor!
Y reírte y a la vez sentirte culpable por reírte de ese estilo surrealista y cabrón que tanto me gusta.

Muchos comparan Raising Hope con Me llamo Earl. No es para menos, comparten creador y estilo general aunque particularmente pienso que aquella se limito a repetir esquemas en lugar de desarrollarse.

Solo van dos capítulos, es pronto para aventurarse pero parece que Raising Hope se perfila como el mejor estreno de la temporada y esa temprana renovación (en realidad ampliación) viene a confirmarlo y a hacerla destacar sobre el resto de estrenos. Ahora le toca a la Fox renovar Running Wilde y tendré las dos a salvo, aunque eso es más difícil…

En fin, cosas de nuestra tele.

P.D. Las camisetas del prota sonun homenaje a lo más cool de lo cool