SHIT! MY DAD SAYS - Piloto - 3/10

Mierda, mi padre dice que esto es una mierda



Hay cosas que encuentran su sentido en el medio en el que están creadas.
Hay chistes que sobre el papel tienen mucha gracia pero al verlos en acción lo pierden.
Hay anécdotas que ganan cuando las cuentas y otras que pierden.
Hay ideas en diferentes medios de difusión que al pasarlos de uno a otro, o eres bueno o la cosa no funciona.

Hablo de libros adaptados al cine, hablo de series pasadas a la gran pantalla, hablo de series adaptadas a cómics, de blogs hechos novelas, de programas semanales hechos diarios, de personajes secundarios convertidos en protagonistas…

Es decir que una cosa funcione en un determinado momento, tiempo, espacio y medio no significa que funcione en otro.

$#*! My dad says es otro ejemplo más a sumar a todos los que se os han venido a la mente. Se trata de la adaptación de una cuenta de twitter ultramegaconocida (por lo menos en Estados unidos) a la pequeña pantalla. En ella se basaba en el carácter de un hombre mayor con frases tronchantes, increíblemente bordes y desagradables y como sus hijos trataban de lidiar con esa situación.



Así es la serie, llega su hijo después de estar bastante distanciados para tratar de llevarse bien con su padre y sobre todo porque no tiene trabajo ni dinero. En la misma ciudad vive su hermano y su mujer que son bastante peculiares y que se llevan mejor con el padre en cuestión.

El padre recitará las frases y sería un secundario maravilloso pero cuando toda la acción cae sobre él… la cosa no tiene ritmo. He mirado el reloj un par de veces durante los 20 minutos que dura, he temido que la cosa no avanzara y a duras penas he sonreído. Pero no es porque los chistes fuesen malos, que sobre el papel no lo son, sino porque la cosa no acaba de coger ritmo, ni cuerpo ni entidad. Es solo un actor diciendo frases pretendidamente graciosas.

Tampoco ayudan nada las risas enlatadas que aquí están a un volumen ensordecedor y que cortan la rapidez del diálogo que debería ir a un par de revoluciones más altas para conseguir hacer gracia.

Es decir, la idea no es mala pero está fatal llevada a la pantalla, dirigida sin ningún gusto y sin ninguna manera de aportar creatividad (es lo de siempre, al final hay moraleja) y secundarios de peso a la comparsa. Con agilidad, ritmo una narrativa audiovisual diferente a la de la sitcom clásica y menos risas enlatadas la cosa podría haber sido buena. De nada ayuda el actor de Boston Legal que podría haber recaído en un producto mejor compuesto. Pero es lo que es, una de las series más prescindibles de los pilotos que llevo hasta ahora.

¿Posibilidades de ver al menos tres capítulos más? Muy bajas
Posibilidades de engancharme Casi nulas
Valoración: 3/10