martes, 2 de noviembre de 2010

Scott Pilgrim contra el mundo (2010) - *****

Todos somos Scott Pilgrim


Antes de nada me voy a sincerar: Me da un miedo terrible no estar a la altura con esta crítica. Principalmente porque solo tengo un sentido único haciéndola y es que ustedes la vean, y me da un miedo terrible el poder espantar a alguien por un puñado de letras.

Mi segundo aviso es que no voy a ser objetivo.

Scott Pilgrim es el Ciudadano Kane de las adaptaciones de cómic, es la Mona lisa de las adaptaciones de videojuegos y como no podía ser menos: es una película de culto que no ha hecho una taquilla espectacular en Estados Unidos sino que se ha convertido en un film de culto con todas sus consecuencias. De hecho si hubiese amasado millones y millones de dólares esta película habría sido infiel a su espíritu. No es para todo el mundo, tampoco lo pretende, pero pasará a ser recomendada de boca oreja durante mucho tiempo y para los veinteañeros (sobre todo los que nos movemos en la edad de Pilgrim 23-28 años) va a ser una película histórica que nos recuerde dentro de diez años como era nuestra juventud de la misma manera que otras cintas lo hacen a los de otra generación.

Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim Vs The World, 2010) es la obra maestra del posmodernismo cinematográfico, de los juegones videoconsoleros, de los devoradores de comic underground, de los más cool de la sociedad, de los que ingerimos multimedia sin parar, de los que llevamos el iPod cargado de música que nadie conoce, de los que nos compramos el iPad el mismo día que salió (o sino lo hicimos fue porque no teníamos dinero), de los que utilizamos Conversers, de los que llevamos corbatas estrechas, de los que pedimos Coca Cola Zero… Scott Pilgrim desde su creación ha dejado de ser una película de cine a formar parte de una generación. Y si encima esa es mi generación… pues solo puedo deshacerme en halagos.
Scott Pilgrim contra el mundo es obligatoria para todos nosotros, jóvenes impertinentes o viejos que nos negamos a envejecer y le seguimos dando caña a nuestros joysticks

Pero, ¿de qué va esto?



Scott Pilgrim es un joven veinteañero (23 cuando empieza el cómic) que vive de jeta en el apartamento de su mejor amigo Gay con el que comparte la única “cama” que hay, digo cama entrecomillada porque es un futón malsano. No tiene trabajo, no se dedica a nada más que a jugar a los videojuegos, a tocar en su propia banda y a superar su ruptura con su ex. Es vago, olvidadizo, despreocupado, amante de todo lo pop y ve el mundo a través de la cultura del cine y los videojuegos. No es mal tío, simplemente es así.

Por entretenimiento comienza saliendo con Knives, una asiática de 17 años que se enamora y obsesiona con él, mientras él, pues pasa completamente de ella, de sus sentimientos y de todo lo que no sea su egoísmo. En su camino de divertida nulidad se topa con Ramona Flowers, una americana que llega a Canadá, una mezcla impulsiva con tendencia a cambiar el color de su pelo (y a que le salgan brillos de la cabeza…) y claro se enamora de ella, y por cosas del azar tendrá que derrotar en pelea estilo Street Fighter a sus siete ex-novios malignos.
¡Para que luego digan que las mujeres no ponen pruebas de amor!

Ese es el argumento, la grandeza de Scott Pilgrim contra el mundo no reside solo en ese argumento tan surrealista, sino del todo del conjunto. Pese a que en la película los secundarios no están tan desarrollados como en el cómic sí que nos depararán muchos momentos divertidísimos. Porque imagino que han adivinado que Scott Pilgrim es una comedia con toques románticos y cargada de acción. Si entras en el juego de surrealismo te lo vas a pasar como un enano viendo el comportamiento de Pilgrim, los gritos de “We are Sex Bob-Omb”, o los letreros estilo cómic. Es una diversión constante.

Pero hay mucho más y es su sentido homenaje a los videojuegos bien sea en conversaciones, bien sea de manera física, latente o sobre todo en la utilización del lenguaje audiovisual de los mismo transferidos a la pantalla.

A ver si me sé explicar, desde el comienzo el logo de universal sale pixelazo y con la música hecha un midi de 16 bites hasta los combates, los encuadres y los sonidos sacados de las recreativas (qué guay eran los salones recreativos), los Vs., la manera de conseguir poderes, puntos tras vencer enemigos, todo recuerda a los videojuegos (hasta el sonido de K.O).
Se utiliza además como argumento, de hecho rompe con su asiática en mitad de un “continue?” de las salas recreativas en una mezcla y fusión de estilos narrativos bestial.

El otro medio del que bebe directamente es de los cómic, de hecho está basado en un cómic (que por supuesto he estado leyendo hasta su última entrega este septiembre), y lo hace también en su estética, el montaje (que aquí es mucho más que un personaje más) y los efectos visuales colocando las onomatopeyas y dando un aroma diferente a la cinta. Y este es quizás el mayor hallazgo visual de la cinta, si alguien llama al timbre suena el ding dong y aparece escrito en la pantalla… es digno de verlo, la utilización de los efectos visuales le da un aire fresco, moderno y diferente a todo lo visto con anterioridad.

Esas son las dos grandes influencias, pero la cinta bebe de mucho más desde Star Wars a Kill Bill pasando por Olvídate de mi, y por las atribuciones del manga japonés (¡esa camiseta de Astroboy!), de Ramma ½ y muchas más cosas (la sobreatuación de Knives Chau no es ni remotamente casual). A eso súmenlo todo lo que recibe de la música pop-rock, que adornan la banda sonora toda una delicia independiente y cañera a más no poder, incluyendo hasta la música del grupo de Pilgrim.

Todo esto estaba en los cómic de manera más bestial (los cómic son seis volúmenes por lo que hay más tiempo para desarrollar influencias), pero es digno de admirar el respeto y sentido que tiene la cinta sobre su homónimo en papel. Los cómic son una auténtica joya y maravilla digna de leer y releer, son rápidos, eficaces, culturales y muy divertidos.


Scott Pilgrim es la mejor adaptación de un cómic al celuloide jamás realizada, totalmente fiel y cogiendo su espíritu. De hecho una de las diatribas es que cuando comenzaron a realizar la película el cómic aún andaba por el volumen 3, por eso el desarrollo final de la cinta no es idéntico al del cómic, pero bien sea porque ambos creadores (Edgar Wright en celuloide, Bryan Lee O´Malley en el cómic) charlaban continuamente o simplemente son unos genios, las diferencias no son tan abrumadoras y el espíritu del final está en ambas. Tienen el mismo concepto y no es una mera fotocopia.

Edgar Wright que dirigió las brillantes Zombies Party y Arma fatal ha mantenido su carácter cinematográfico en esta adaptación y se perfila como uno de los mayores genios de la cultura posmodernista. No quiero extenderme demasiado pero ha sabido tratar con tanto respeto a Scott Pilgrim que para mi es no de los mayores genios modernos. Me maravilla su manera de utilizar todos los medios humanamente posibles del lenguaje audiovisual para crear gags (sonoros, visuales, de diálogo, de montaje, de dirección…)


El protagonista y el que da todo el carisma a Pilgrim es Michael Cera. ¿Qué decir de él? Su papel en Arrested Development nos lo elevó a los altares y ya su elección más que inteligente en papeles como Juno o supersalidos. Creo que ningún actor habría dado tan bien con el carácter de Pilgrim. Michael Cera es Dios después de esta adaptación, su risita nerviosa, sus tics TODO funciona.
Le acompaña en la aventura algunos secundarios bien puestos como Chris Evans poniendo su cara chulo, Brandon Routh en su primer papel tras aquel Superman Returns, Ana Kendrick en el papel de hermana con su pose magistral (la adoro) y el hermano de Macauly Culkin.
Mención aparte para el perfecto Gideon el fascinante Jason Schwartzman, que otorga su vena cómica y patética que tan bien le funciona en televisión con Bored to Death.

En resumen que no me quiero alargar demasiado sino dejar mi crítica expuesta. Scott Pilgrim Contra el mundo es a la generación de los videojuegos lo que Don Quijote de la mancha fue a la generación que leía novelas de caballería. Una pasada divertida que te hará sentir eternamente joven, un festín de pirotecnia que te dejará agotado como cuando te pasas por fin el malo final de pantalla. Scott Pilgrim te agita, te revuelve, te divierte y te deja con ganas de más, y además tiene los mejores 20 minutos iniciales de las dos últimas décadas.

Película de culto a la vista.

Valoración 10/10

3 comentarios:

  1. Yo sí que estoy KO. Me has dejado con unas ganas TREMENDAS de ver esta película.

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  2. Concuerdo totalmente contigo es otro nivel esta pelicula yala he visto 3 veces y no me canso XD

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