En tierra de nadie, en Terreno Vedado
Brokeback Mountain supone un hito en la historia del cine, no sólo por la temática que aborda y la confrontación y mezcla de géneros que realiza (un western clásico en forma con una historia romántica homosexual en el fondo) sino también por el respeto, la pulcritud y la claridad expositiva y de sentimientos que consigue plasmar. Brokeback Mountain es un drama romántico tan bien logrado, tan bien desarrollado y con personajes con tanta consistencia que consigue traspasar la pantalla y convencerte de cosas que antes no creías.
No ganó el Oscar en su año, pero sin lugar a dudas esta película es una obra maestra que ha conseguido convertirse en un icono social y romper tal cantidad de barreras y tabúes que será recordada por muchos años como una de las que definen una época.
En la película dos personas sin rumbo ni orientación coinciden en una "entrevista" de trabajo para un puesto como Cowboys, aunque más bien es como cuidadores de ovejas.
El gran acierto del profundo y compacto guión es mostrar una amistad sincera, no profunda, pero sí casual. Una amistad muy masculina, sin contarse peripecias de su vida, sino con solo gestos, o incluso sin ellos. Durante un verano tendrán que cuidar del ganado y en ese trabajo codo con codo surge un sentimiento. Ni más ni menos. Un sentimiento muy profundo entre ellos que no son capaces de manejar.
Y para ello lo que hacen es construir con mucha consistencia dos personajes claramente diferenciados, por un lado el de Heath Ledger: Ennis del Mar, que hará todo lo posible por la negación de sus instintos, hasta que finalmente se da cuenta de que no son impulsos, sino sentimientos. El personaje que interpreta Heath Ledger, se autoniega una y otra vez, pero esa negación espiritual que padece durante todo el metraje (2 horas y poco) le causa un dolor tan abrumador que llega a abrumarte a ti.
El acierto es pleno del actor. A Ledger ya le hemos mitificado como el Jocker del caballero oscuro y su prematura muerte, pero antes de Ennis Del Mar solo le vimos de manera bastante light (chico mono luce palmito) en el patriota y la flojita Destino de Caballero. También aparece en el devorador de pecados y 10 razones para odiarte, pero son tan malas, que prefiero ni acordarme.
Este actor australiano, ex de la explosiva Naomi Watts y Michelle Williams con la que comparte un bebé y cartel en esta cinta, da una vida y una dimensión al personaje alucinante. Desde la voz (fui afortunado y la vi en VO) arrastrando las palabras, y hablando con el labio superior prácticamente quieto, hasta su mirada, muchas veces cabizbaja y dubitativa, pero con una tristeza interior y una falta de alegría estremecedora.
Sus movimientos, su manera de mascar madera, es todo muy masculino, pero a la par es de una fragilidad que asusta, parece que en cualquier momento va a reventar, y cuando lo hace, esa escena es tan sutil que sobrecoge, de verdad que me parece muy injusto que no ganara el Oscar por esta cinta y lo hiciera Capote, estoy tan harto de que actores hagan imitaciones de personas...
Siguiendo con Ledger, tengo que reconocer que es una de las mejores interpretaciones que he visto jamás, y es que odio las gestilocuencias (tipo Sean Penn o Tom Hanks) y los actores que van de cultos y se quedan en sosos (Bill Murray estaba inmenso en Lost in Translation, pero en Flores Rotas...). Pues que hago un llamamiento por enmarcar esta interpretación como una de las mejores y más grandes del cine contemporáneo.
El otro personaje, el de Jack Twist, la parte romántica y que sí que acepta lo que le está sucediendo como una parte de él mismo. No lucha contra sus sentimientos sino que los abraza y los explora. Aquí tenemos a Gyllenhall, un actor que también me chifla (decir que Ledger antes de esta película no me gustaba nada, pero a Jake sí que le admiraba). Me dirán ¿porqué admiraba a este actor? pues porque si nos olvidamos de el chico de la burbuja (un pasa tienen todos), tenemos tres interpretaciones fascinantes: La mirada solitaria, obsesiva y profundamente triste en A good Woman (tremenda película), la mirada de incertidumbre en el compromiso y sobre todo, la de inadaptado, friky y marginado de Donnie Darko. Y su compleja construcción de típico americano de Jarhead. Lo de El día de mañana... bueno miraré para otro lado.
Gracias a esta cinta se colocó en una posición privilegiada que ha venida arropada de megabits como “El principe de Persia” y papeles más arriesgados como el de Zodiac (Amo esa película).
Como he dicho Jack Twist es un personaje diferente al de Ledger, no tiene un mundo interior tan rico, pero es muy complejo también. Él es el enamoradizo, el que sabe lo que quiere pero no lo puede conseguir, el frustrado, el incomprendido, el inconformista, el que siempre quiere más de lo que tiene. Es la otra cara de la misma moneda, no tiene miedo a las represalias con tal de unos días de paz. Su interpretación es muy creíble, realmente convincente.
Por la parte femenina tenemos a las mujeres de ambos, pero dos papeles muy diferenciados:
Por un lado a Michelle Williams, esposa de Ennis Del Mar, en un papel igual de profundo que el de su marido. Ella intuye, desconfía, sorprende y acepta la culpa. Es la víctima de una historia que no debería tenerlas, o quizá todos lo son, Ledger por su pena interior, Gyllenhall por no encontrar lo que quiere, Williams por el dolor de saberlo y Heathway (esposa de Gyllehall) por lo contrario, el dolor del ignorante.
Su interpretación está marcada por matices, por miradas, tiene unos ojos muy profundos, y aunque la odias un poco, la comprendes y eso te da un poco de culpa. Es el personaje que te hace sopesar la realidad y te pone los pies en la cinta. Te dice: “¡Eh! que lo que hacen estos dos es amor, pero no olvides que no es lo correcto, que hay muchos senderos y el de ellos es al fin y al cabo un poco cobarde. Que tienen unos hijos de los que casi reniegan.”
Por su parte la esposa de Jack Twist interpretado por Anne Hathaway pasa a un plano mucho más secundario por resultar ignorante respecto a todo.
Pero no solo de cuatro personajes fuertes se compone la cinta, tenemos el gran quiz de la película: La temática y las preguntas que deja suscitas la cinta.
Y es que la pulcritud del acercamiento te deja claro que los personajes no son homosexuales cargados de plumas y con aire de Divas, huye de esa convención y lo lleva al terreno de los sentimientos esquivando todos los tópicos y prejuicios y metiendo a cada personaje en una espiral para ver cómo se desenvuelve.
Jack tomará otro camino, pero Ennis del Mar únicamente comparte un sentimiento con alguien de su propio sexo.
Entonces la película cuestiona las mentes y los corazones de cada espectador con un “¿me podría eso pasar a mi?”
No nos engañemos puede que a cualquier persona le surja un bienestar y una sensación de paz al estar con otra persona: ¿Acaso no es eso amor? es decir, es incluso más profundo que el deseo, porque este último viene y va, es más fugaz, hablo de los verdaderos sentimientos, los arraigados que no surgen de un beso o un polvo, o puede que sí, pero no necesariamente. No estoy hablando del tema sexual, cosa que a priori se me antoja mucho más lejana (e incluso superficial), hablo de un sentimiento, no equiparable a todas las personas de ese sexo, pero sí a una personalidad muy concreta. Quiero decir, Ennis se enamora de Jack pero no de todos los hombres en general. Espero haberme explicado, porque creo que ese planteamiento, o por lo menos a mí, es el que me hizo ver y disfrutar aún más de la película.
Esta claro que cada uno tiene un prisma de visión, y gracias a inventos como el cine (por extensión el arte, la literatura, la música...) cuando es realmente bueno permite tantas lecturas como individuos contemplen la obra. Me pasaba con Closer, cada persona que la veía tenía una lectura diferente a la mía, lo que me hace reafirmarme en que dicha película es otra obra maestra del cine contemporáneo.
Creo que llevo mucho dicho de la película, el argumento, los actores y los personajes. Pero es que lo que le da el puntito extra de colocarla en la historia es el envoltorio, cómo nos es regalada la película.
Han visto Tigre y Dragón, Hulk, Sentido y sensibilidad... Si algo caracteriza a Ang Lee es por su enorme sentido de la estética y del gusto. Tengo el placer de haber podido acudir a una rueda de prensa de este fantástico (y me quedo corto) director. Tiene un brillo y un carisma impresionantes. Cuando habla la habitación se llena. Es una persona muy afable y muy inteligente, sabe lo que quiere, y eso lógicamente se ve reflejado en la pantalla.
Su gusto por filmar esas tomas tan perfectas de las montañas de Brokeback, de mover la cámara y hacer travelling para dar ese sentido de incertidumbre y de lograr esa serenidad, ese empaque visual, esa candidez de los encuentros sin caer en la sensiblería... es un maestro. Sabe cómo meter la cámara en los sentimientos sin ningún adorno o truco barato, con una pulcritud y respeto que en Brokeback consigue su máximo exponente.
Repito, una banda sonora de Gustavo Santaolalla absolutamente perfecta.
Lo digo otra vez, una banda sonora que ha marcado un hito musical.
Me quito el sombrero (de cowboy) con esta película.
Porque no solo es una obra maestra, es una historia de amor sin sexo, absolutamente atemporal y en la que su grandeza reside en su simpleza, su candidez reside en su muda brutalidad, y en resultar tan conmovedora, sincera y natural.
¿Recomendable? no me hagáis reír, ni lo dudéis.
Joder, ahora me muero de ganas de verla. Me parece que la tengo por ahí en DVD. Si tengo la oportunidad este fin de semana, la miraré.
ResponderEliminarGracias por volver a escribir después de 1 semana ;)
Me parece grandioso tu post.
ResponderEliminarMe encanta la película.
Muchas gracias por los comentarios
ResponderEliminarGyllenhall, lo citas en A Good Woman, pero lo cierto es que sale en A Good Girl.
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