No hay más que ver los estrenos estivales para darnos cuenta de que algo falla en el apartado de la creatividad, sobre todo a la hora de crear productos para públicos mayoritarios y es que llevamos un verano de “blockbusters” que son remakes, secuelas, adaptaciones de cómics, precuelas o nos recuerdan demasiado a otras cosas.
Y entre todos ellos se ha colado una película con un número en su título y que no corresponde a ningún orden de secuelas sino a un canto profundo, inspirado, creativo y estimulante de amor al cine. Super 8 es un producto altamente competitivo, entretenido y fantásticamente acabado que logra crear una magia continua para entregar una historia de manera que sientas que cada plano, cada historia y cada gesto en pantalla te están hablando directamente en un lenguaje tan estimulante como sorprendente.
Mucho se ha dicho ya sobre las reminiscencias en la manera de crear esta historia por parte de J.J. Abrams que recuerda al cine que se hacía en los 80 de la mano de Steven Spielberg (tanto dirigido como producido por él).
Y es que si hubiese una fórmula que diese con super 8 sería el de sumar The Host o Godzilla con los Goonies, pero a diferencia de aquella genial aventura de chiquillos, Super 8 es mucho más oscura y adulta.
Hace tiempo leí en una entrevista a Abrams con motivo del estreno de Monstruoso (Cloverfield, 2008) que decía algo así como que Estados Unidos no tenía su monstruo catastrófico como sí tiene la cultura Nipona.
Y es que si hubiese una fórmula que diese con super 8 sería el de sumar The Host o Godzilla con los Goonies, pero a diferencia de aquella genial aventura de chiquillos, Super 8 es mucho más oscura y adulta.
Hace tiempo leí en una entrevista a Abrams con motivo del estreno de Monstruoso (Cloverfield, 2008) que decía algo así como que Estados Unidos no tenía su monstruo catastrófico como sí tiene la cultura Nipona.
Creo que aquí ha querido saldar esa deuda (de manera más inteligente que aquella en la que ejercía de productor) y para hacerlo ha estado muy atento a cómo se hacía cine hace 30 años, los encuadres, los matices, las pandillas de amigos que se escapan por la noche, la dificultad de la relación con los padres, los coches por la noche, los bocatas de pan, el primer acercamiento romántico, los veranos en el pueblo, las tiendas de Kodak, los paseos en bicicleta, las maquetas de trenes, los walkman…
Pero lo que ha hecho Abrams ya no es solo un canto nostálgico en el tema, sino en la forma de hacer cine y de contar las historias, Super 8 no es únicamente lo que cuenta sino lo bien contado y narrado que está todo, con ese continuo brillo en pantalla, esos reflejos y resplandores que proviene de las luces y que le dan una atmósfera muy cuidada y personal. Además Abrams mueve la cámara de manera prodigiosa, con complicidad y suavidad haciendo que no seas consciente de sus trucos y logrando enfatizar cada línea de guión con su narrativa.
Además otro detalle de la casa es lo bien que trabaja este hombre los símbolos (ese logo de los container) , las marcas (desde los petardos a la gasolinera) y por extensión los objetos que adquieren una relevancia tan especial que en cuestión de segundos y con un plano te hablan y te dan una gran cantidad de información (lo del medallón y su uso es para quitarse el sombrero y aplaudir).
Respecto a los actores hacía tiempo que un plantel de niño no conseguían convencer de manera tan absoluta haciéndote olvidar por completo de su edad y relajándote ante su naturalidad donde Elle Fanning se lleva la palma con una mirada muy adulta.
Además de esto tenemos escenas de las que consiguen quitar el aliento como el descarrilamiento del tren y la gran batalla final que te hace abrir la boca al ver lo bien expuesta que está y esos planos tan abiertos en los que todo funciona.
En resumen, lo que hace grande a Super 8 es la forma tan perfecta en que confluyen todas las historias y tramas y ese toque de buen gusto que adorna toda la producción. Todo en el guión tiene un por qué y vuelve a ser utilizado dando como resultado un cóctel servido con elegancia e imaginación y que encima deja un buen gusto en el paladar durante mucho tiempo. Super 8 es sin lugar a dudas uno de los productos de entretenimiento puros más estimulantes en mucho tiempo.
Lo mejor: Los diálogos paralelos de la pandilla junta
Lo peor: En el fondo es cine blockbuster
Valoración: 8/10
Yo la verdad tenia miedo de que me defraudase porque leía muchas críticas malas y fui algo con miedo, pero una vez que me senté en la butaca me metí en la película, me entretuvo, me asusto, me emociono y sobretodo me hizo reír. Y salí contentísimo de la sala teniendo presente que sería mi película del verano.
ResponderEliminarMucha gente crítica que es una mezcla de películas de Spielberg y si que quizás pueda tener rasgos parecidos a alguna pero sin duda también es algo fresco y que nos vuelve a traer ese estilo de película de aventuras que hacia muchos años que no se veía.
yo también le di un 8 de 10 y me enamoro la escena final XD
De lo mejor que he visto en muchos años. Y tengo q decir que el hecho de haber visto en el cine apenas hacia un mes E.T (sí, sí E.T) me hizo disfrutar mucho mas de la película, que, admás de ser una película de las que te permiten decir: la ciencia ficción también puede ser un género de grandes películas, es un claro homenaje al cine de hace 30 años. Por mi, un 10.
ResponderEliminarMe ha encantado la crítica y también poder ver por fin una película tan nostálgica del cine de los 80 en el cine actual.
ResponderEliminarChicos, en mi blog de cine estamos sorteando packs de merchandising oficial de la película de Super 8, cortesía de Paramount Pictures. Podéis ganar bandeloras y luces LED para vuestras bicicletas.
Participar es muy sencillo, os dejo el link por si queréis echarle un vistazo:
http://radiopopactionspain.blogspot.com/p/concurso-super-8.html
Mucha suerte, y espero veros por el blog.