Cruise y Díaz en el entretenimiento del verano
“Noche y Día” (pésima traducción del Knight and day original) tiene toda la pinta de haberse planteado sobre el guión como una comedia de acción con una pareja con encanto que se enamora a lo largo de la cinta y sin saber muy bien cómo se han metido en una huida desesperada. Una suerte de “Charada” del siglo XXI. Y pese a que el resultado se queda lejos de aquello, sí que obtenemos un refrescante entretenimiento con cierto encanto que nos permite pinchar el cerebro en modo automático y reírnos de su insultante intrascendencia.
En “Noche y Día”, Cruise rebusca por un aeropuerto esperando que vuele su avión y buscando una rubia mientras tanto (que tonto el chico no es), tras encontrar en Díaz su apuesta víctimas chocan casualmente. Cruise nos lo advierte
“A veces las cosas no ocurren porque sí”
Tras una serie de coincidencias terminan en el mismo avión y coquetean cada uno a su manera. Ella bebe tequila con hielo (algo que parece a todas luces normal) y el pelea a muerte con cinturones de seguridad y mascarillas de oxígeno. A este punto de la película observamos que:
- La película no se toma en serio a sí misma en ningún momento.
- Que las escenas de acción están perfectamente rodadas y montadas (por fin una pelea en la que no solo se ven puños y movimientos horribles de cámara)
- Que la química entre Tom Cruise y Cameron Díaz es apabullante y la vis cómica y el carisma de los dos actores está a prueba de bombas.
Entonces es cuando nos intentan meter algo de trama por algún sitio, los malos buscan “algo” (qué es lo de menos), los buenos (todo lo bueno que pueda ser el FBI) persiguen a Cruise y éste le hace creer a Díaz que la buscan a ella también. Y en eso discurre la trama (mínima, pero ¿a quién le importa) de esta cinta. En dos estrellas repletas de carisma y con un toque de humor infranqueable en cada secuencia de acción.
Por si no tienen bastante con estos dos nombres tenemos otro par de secundarios de lujo, Peter Saasgard (que es uno de mis actores favoritos junto al propio Tom Cruise) como el líder de los buenos, y Paul Dano (del que todavía me sobrecoge su interpretación en There will be blood) como el cerebrito a mantener a salvo. Jordi Mollá se cuela también en tres escenas.
Y mientras tanto unimos escena de acción con escena de acción y ese toque pretendido de autoparodia constante (el secuestro es un ejemplo claro): luego tenemos avión, lancha, helicóptero, moto, autopista, tren… Un no parar.
Además la película homenajea pretendidamente a la saga Bond (Cruise emergiendo del mar cual adonis) y a Mision Imposible (ese suero de la verdad que da lugar a la Cameron Díaz más descacharradamente simpática), y este entretenimiento ligero lo adornan con una banda sonora simpática.
Y sí, salen los San Fermines en Sevilla, pero esto no es un documental, y solo es un gag simpático para dar lugar a más acción. A mi no me ha chirriado tanto, sino que me ha divertido de lo lindo esa manera de decir “me la pela dónde sean” es solo para darle gracia a la escena.
Una película que se mofa del género de espías sin ser una Scary Movie, sino que solo pretende divertir(se) con un montón de autorreferencias y pareja con encanto. El argumento no se sostiene por ningún sitio, le falta más Cary Grant y sonrisa de Díaz, a la par de coqueteo entre ambos, pero no hay que tomarla en serio. Ella no lo hace.
Vete a verla si buscas un entretenimiento eficaz sin más previsiones que algo palomitero y veraniego.
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