jueves, 19 de enero de 2023

[TV] Recap — Cristo y Rey — 1x01 — La piel del Domador

El amante misterioso y me pareció ver a un lindo gatito





La historia de Bárbara Rey y Ángel Cristo es de esas que ha ocupado las páginas del corazón durante media vida, y cuando se ha abierto la caja de Pandora sobre el Rey emérito ha vuelto de primera actualidad. Ahora nos llegan todos esos cotilleos baratos de tabloide en forma de recreación dramática con Daniel Écija como creador absoluto y es una maravilla trash, hortera y kitsch. Es tan rematadamente mala que me tiene fascinado.


Cristo y Rey es un festival de filtros constantes en la imagen, de pantalla verde, de pelucas más secas que el chichi de Chelo García Cortés, de salseo barato sacado de una columna del hola (¡el Rey en una cabina telefoneando a Bárbara!), de desnudos gratuitos, de sobreactuaciones constantes, de personajes fumando mucho y de una ausencia absoluta de sutileza. Mi momento favorito es Bárbara Rey diciendo “soy una mujer libre y jamás me dejaría domar por un hombre” y acto seguido aparece a cuatro patas mientras le doman por detrás. 


Esa sutileza y brocha gorda es la marca de la casa en una serie que se cree “The Greatest Showman” y termina siendo un Cinexin de Disney, se cree que tiene la mordida de un león y solo es un gatito, Cristo y Rey llega dispuesta a hacernos volar las pelucas y ¡Qué pelucas Pili! Es tal fantasía que quiero hacer recaps propiamente. Se lo merecen


¿Vamos con el primer capítulo?


Recap del Capítulo 1x01 LA Piel del Domador


Arrascamos con una apertura como en “The Greatest Showman”, solo que en lugar de canciones y percusión, tenemos a  Jaime Lorente poniendo la cabeza dentro de un león y ganando el premio al mejor domador del mundo en 1969.


De ahí avanzamos 10 años a Madrid, a la decadencia, donde Ángel Cristo agarra un tubo de pastillas que pone Opio (así en grande para que sepas lo que es) y las toma como si fuese el tubo de lacasitos. Nunca he tomado Opio, pero dudo que se tomen así. 


En fin, que alguien se lleva sus tigres del Circo Ruso y esto cabrea al protagonista que cogiendo una pistola (!) y caminando entre los coches donde están los feriantes (por supuesto aparece el hombre fuerte de fondo levantando una pesa inmensa) se pone a gritar y dispara a las ruedas del camión poniendo cara de Denver en La Casa de Papel.


En solo una escena nos queda claro que aquí no hay sutileza y que Jaime Lorente va a hacer completamente el mismo papel que le lanzó a la fama. Si funcionó allí ¿por qué no aquí? Porque se supone que eres actor Jaime, y si no funcionó en El Cid no va a funcionar aquí. El Cid, madre mía Jaime, cambia de agente. 


De manera poco discreta nos cuentan que todo va mal y que el circo se va a la ruina.


No llevamos ni cinco minutos de serie y ya me parece todo sobreactuado, chusco, pelín cutre y con ganas de quitarlo. La mano gruesa con la que está dibujado todo me echa totalmente para atrás. Pero voy a seguir dando una oportunidad a esto.


Volviendo a la serie, ahora tratan de organizar una gala con TVE, vemos a Jose María Iñigo pero los aires “han cambiado”, les da igual en TVE qué se lleva en Francia o Italia (¿sí? ¿Seguro?) y cuando les dicen que no, nuestros protagonistas se cagan “en la democracia”.  Así, en general. En plan “esto con Franco no pasaba”.

Entonces Jose Maria Iñigo dice que hay una chiquita rubia con la que quizás consigan algo. 


¿Y quién es ella? 


Eso se preguntan, nosotros sabemos que va a ser Bárbara Rey porque su nombre está en el título y vamos a conocerla con un número de vedette lleno de brillos que casi me dejan ciego (lo de esta serie con la postproducción se les ha ido de las manos) al ritmo de “Volare”.


Un minuto antes el presidente de TVE decía que le daba igual lo que hacían en Italia pero ahora cantan una canción en italiano. Eso de la coherencia interna para otro día. 

También conocemos a nuestra Chelo, Chelo García Cortés musa de las lesbianas españolas habidas y por haber. Amo a Chelo. Todos amamos a Chelo. Nuestra pobre Chelo ve cómo el “amante” le ha regalado un collar, el collar que será lo único que lleve puesto en una escena de sexo telefónico (!) Con su amante al que llama cariñosamente Juan… 


La serie trata de mantener el suspense para que no sepamos qué Juan es, y lo hace de una manera un tanto irrisoria ¿será Juanito Valderrama? ¿Juan Cuesta de aquí no hay quién viva? El suspense Pili, el suspense.


En la trama de Cristo todo gira en torno a “vender” el circo algo a lo que  Ángel se niega. De la nada tiene una idea y grita:  “tráeme la pizarra”

¿Es la pizarra la clave? ¿Tiene la pizarra la solución? ¡No!  sólo la usan para apuntar ciudades y tacharlas mientras llaman a ver si consiguen alguna actuación. ¡De pronto hemos cambiada a una película americana de atrapar al asesino! Es una escena tan ridícula que no les quieren ni en Medina del Campo. ¡Ni en Medina del Campo Pili!, que en las fiestas de San Antolín actúa hasta un grupo llamado “Wateke” y “Mamá Ladilla” (REAL)


“Ha llegado el momento de vender Ángel, pero nadie se atreve a decirlo” le comenta un personaje. ¿En serio? Porque en 20 minutos de serie se lo han dicho 15 veces, la coherencia interna de la serie es para enmarcar. En medio de la tristeza la nostalgia le embelesa y nos vamos seis años antes con un filtro amarillento a recordar viejos tiempos junto a Renata. 


Quiero hacer una pausa para mencionar los filtros y las transiciones en esta serie que se les ha ido de las manos por completo. Una cosa es dotar de cierta fotografía y otra que parezca hecha en una aplicación gratuita para Android. Es tal la saturación y realizada con un presupuesto modesto que da un aire de barato a todo. Pero volviendo de la ensoñación, hay mafiosos involucrados que quieren que les venda el circo por deudas con un ultimátum de una semana.


Llegamos a mi escena favorita de momento:

Cristo se levanta con ganas de rescatar el Circo en un último intento y se va a conocer a Bárbara Rey. Corre a despertar a su ayudante que está durmiendo en gayumbos y le dice “que nos vamos”, y el hombre no se viste sino que coge un montón de ropa aleatoria y sale de la caravana, en plan ya me visto en el coche, porque vestirse en 3 minutos es demasiado tiempo que pedir. Me encanta que coge un montón sin mirar si lleva lo necesario. La gente de la farándula.


Vamos a por el encuentro de los protagonistas. 


Ángel va a ver a Bárbara y hay periodistas fuera que le preguntan si viene a ver a Bárbara, ella está comiendo el filete (dándose tres besitos) grabando una película x con Rocío Durcal. Me encanta el “name dropping” de la serie, como ese restaurante que te suelta casualmente la gente famosa que ha comido allí. Aquí te ponen un rótulo a los importantes.


La reunión se ve interrumpida porque le llama su amante por teléfono y ella dice casualmente “REALMENTE me tengo que ir”

¡La sutileza Pili!


Lamentablemente no sale bien y tenemos una última función y todo nos lleva al speech motivacional con un montaje reconstrucción de los mejores momentos del circo y muchos desnudos gratuitos 

“Todos sabéis que hace unos meses perdí al amor de mi vida, me ha vuelto a pasar, os pierdo a vosotros también… Una última función por Renata”

Dice Denver Ángel Cristo entre lágrimas


Tras la función llega Bárbara y él le insulta. Tras eso todo se va al caos, a los gritos desmesurados ¡qué me des esa puta botella! ¡Ahhh! ¡Uooooo! ¡Estoy tocando fondo!


Ángel Cristo se va a buscar a Bárbara Rey y disculparse en un callejón y meterle en un coche (real) hasta el Circo donde Denver Ángel Cristo y dos elefantes consiguen que Doña Barbara cambie de opinión. ¡Larga vida al Circo!


Barbara sale de un coche y se mete en otro con música de suspense ¿vamos a conocer qué Juan es? 

Para sorpresa de nadie no se trata de Juanito Valderrama sino de su antigua majestad el Rey Emérito Juan Carlos I de España y quinto de Arabia que de una casa que tiene las puerta abiertas y no hay ni escoltas. 


Llegado a este punto no le pido coherencia a la serie, pero coño, un mínimo.


Es todo tan falso, tan guionizado de manera caducada, tan hortera y tan mal hecho que no puedo esperar al segundo capítulo.



Mejores momentos


3 puntos- para el Rey de España con chupa de cuero y moto llamando desde una cabina con la frase de Doña Bárbara “estás loco”


2 puntos- para el momento pistola contra la rueda y la sobreactuación de cabeza con cabeza


1 punto- para la peluca de Belén Cuesta que se mueve menos que Ramón Sampedro en una Rave

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