
Durante un par de años he tenido que soportar burlas, comentarios e incluso gente que me ha traído revistas de su casa (¡!) para enseñarme que lo mío con Nicole Widman es fanatismo y no realidad.
Nicole es Nicole, siempre lo ha sido y siempre lo será. Ha estado desafortunada en Australia o Nine, o en elegir papeles como la infumable Las mujeres perfectas, la ridícula Embrujada o el plomazo de Invasión.
Estoy de acuerdo.
Pero Nicole ha hecho obras de arte de la interpretación como Los Otros, Moulin Rouge, Dogville, Las horas, Cold Mountain, Eyes Wide Shut, Todo por un sueño… Ha estado más que correcta en películas mediocres como Malicia, Calma Total, Oscura seducción, La Intérprete, La brújula dorada…
Y no se le ha dado el crédito que merecía en Reencarnación (Birth), Retrato de una obsesión (Fur) o Margot y la boda (seguramente porque nadie las ha visto).
Soy fan de Nicole Kidman. ¿Y qué? Durante un par de años casi he tenido que avergonzarme por ello por esa corriente de críticas negativas respecto a sus operaciones de cirugía. La misma corriente negativa contra Tom Cruise y demás actores que no están fundamentadas en absolutamente nada. Pero a la gente le gusta criticar.
Ahora, tras terminar de ver Rabbit Hole (Rabbit Hole, 2010) puedo volver a levantar la barbilla, entornar los ojos y mirar de frente para decir: ADORO A NICOLE KIDMAN.
Nicole es dueña y señora de la cinta, te absorbe, te atrae, te contagia en su contención, lloramos con ella, nos estremecemos con sus desgarros, sonreímos cuando lo hace y nos pesa en el alma cada una de las palabras que pronuncia.
No ves a Nicole Kidmna interpretar, ella es el personaje, ella sabe dar cada matiz sarcástico, irónico, frío, doloroso. Es un personaje complicado pero ella sabe dar cada mirada y cada gesto en el momento preciso para otorgarle una gran profundidad y complejidad.
Ha vuelto a hacerlo, ha vuelto a gritar entre sollozos, a coger aire con ese timbre tan particular que tiene, ha vuelto a ser ese alma frágil y esa mujer elegante con la piel más bonita del mundo. Nicole Kidman ha vuelto y Rabbit Hole es un recital interpretativo de los que solo una actriz que merece pasar a la historia puede hacer.
La película trata sobre la superación de la pérdida de un hijo por un matrimonio de clase media-alta. Pero no es un drama al uso porque mientras el marido intenta afrontarlo como la sociedad espera y se niega a perder el recuerdo de su hijo, ella parece por momentos querer olvidarlo todo y simular que no ha ocurrido, que su hijo no ha existido. Pero son todo lecturas que yo saco porque el filme rueda y eres tú el que va sacando las lecturas del viaje que te propone.
Nicole es Nicole, siempre lo ha sido y siempre lo será. Ha estado desafortunada en Australia o Nine, o en elegir papeles como la infumable Las mujeres perfectas, la ridícula Embrujada o el plomazo de Invasión.
Estoy de acuerdo.
Pero Nicole ha hecho obras de arte de la interpretación como Los Otros, Moulin Rouge, Dogville, Las horas, Cold Mountain, Eyes Wide Shut, Todo por un sueño… Ha estado más que correcta en películas mediocres como Malicia, Calma Total, Oscura seducción, La Intérprete, La brújula dorada…
Y no se le ha dado el crédito que merecía en Reencarnación (Birth), Retrato de una obsesión (Fur) o Margot y la boda (seguramente porque nadie las ha visto).
Soy fan de Nicole Kidman. ¿Y qué? Durante un par de años casi he tenido que avergonzarme por ello por esa corriente de críticas negativas respecto a sus operaciones de cirugía. La misma corriente negativa contra Tom Cruise y demás actores que no están fundamentadas en absolutamente nada. Pero a la gente le gusta criticar.
Ahora, tras terminar de ver Rabbit Hole (Rabbit Hole, 2010) puedo volver a levantar la barbilla, entornar los ojos y mirar de frente para decir: ADORO A NICOLE KIDMAN.
Nicole es dueña y señora de la cinta, te absorbe, te atrae, te contagia en su contención, lloramos con ella, nos estremecemos con sus desgarros, sonreímos cuando lo hace y nos pesa en el alma cada una de las palabras que pronuncia.
No ves a Nicole Kidmna interpretar, ella es el personaje, ella sabe dar cada matiz sarcástico, irónico, frío, doloroso. Es un personaje complicado pero ella sabe dar cada mirada y cada gesto en el momento preciso para otorgarle una gran profundidad y complejidad.
Ha vuelto a hacerlo, ha vuelto a gritar entre sollozos, a coger aire con ese timbre tan particular que tiene, ha vuelto a ser ese alma frágil y esa mujer elegante con la piel más bonita del mundo. Nicole Kidman ha vuelto y Rabbit Hole es un recital interpretativo de los que solo una actriz que merece pasar a la historia puede hacer.
La película trata sobre la superación de la pérdida de un hijo por un matrimonio de clase media-alta. Pero no es un drama al uso porque mientras el marido intenta afrontarlo como la sociedad espera y se niega a perder el recuerdo de su hijo, ella parece por momentos querer olvidarlo todo y simular que no ha ocurrido, que su hijo no ha existido. Pero son todo lecturas que yo saco porque el filme rueda y eres tú el que va sacando las lecturas del viaje que te propone.