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sábado, 22 de octubre de 2011

SEMINCI 2011 - HABEMUS PAPAM - *1/2


 Ese papa como mola se merece una ola





Sentarse a ver una película que toca en tono de comedia la elección de un nuevo pontífice y los posteriores miedos del nuevo elegido, digamos que de primeras no apetece ni un poco, encima es una película italiana con su “particular” sentido del humor trasalpino… lo siento me costaba entrar.

Al terminar la película puedo decirlo, no lo he conseguido. He visto la película sin ningún interés, las historias se desarrollaban sin ninguna pasión y los actores ya no solo no me han conseguido involucrar en la proyección, sino que no me han sabido transmitir absolutamente nada provocando que las dudas y enigmas que se plantea el protagonista me han parecido lejanas, ajenas y sus decisiones por lo tanto incoherentes, absurdas e intrascendentes.

La idea no es mala, el ocupar un cargo de suprema responsabilidad tiene que dar vértigo cuanto menos, y mientras la cinta expone sus cartas va consiguiendo cierto halo, el arranque con los pontífices reunidos, y sus ganas de no ser elegidos me han resultado simpáticas y han ido dado ese concepto de cine, de ambiente y de tono.

En primeras tintas el protagonista no me ha conseguido resultar entrañable porque no lo he logrado comprender. La llegada del psicoanalista es prácticamente lo mejor y más destacable de la cinta, y consciente de ello, su director, Nanni Moretti se reserva ese papel para él, este director ya lo ha hecho más veces y se ha reservado un papel protagonista en casi todas sus películas. Y apartir de ahí la cinta no se sostiene.

El desarrollo se va ahogando entre la inverosimilitud y el ridículo, los personajes o no están construidos o a duras penas aportan algo (la psicoanalista, sus hijos, el periodista… nadie aporta prácticamente nada al relato) y el guión se limita a deambular por las calles de Roma y el Vaticano sin decir absolutamente nada.

A favor tiene que Moretti sabe dirigir y mantener medianamente el ritmo pese a que cada vez se va tornando más y más pesada porque no sabes dónde quiere llegar.

Y ahí me he quedado, en un punto muerto porque tras haber visto Habemus Papam no sé que me quería contar el director, no entiendo la función de la película, y no encaja en ningún patrón, ni siquiera como comedia porque se va tornando más y más caricaturesca, histriónica y fantoche con momentos hasta racistas (no comprendo la animadversión a Oceanía y australianos) que terminan en convertir a la película en mala más bien por indiferencia que por verdaderos méritos propios.

Lo mejor: el arranque y el punto de partida

Lo peor: Realmente, ¿de qué va? ¿crisis de fe? ¿Dudas? Ni idea

Valoración: 3/10

domingo, 24 de octubre de 2010

Copia certificada (2010) - ***

No es la obra, sino la forma en la que la miramos



Que te pongan una película a las nueve de la mañana es algo así como una invitación a soñar (en la sala de cine), pero es que si encima te la programan tras la sesión inaugural (cocktail incluido) tu cuerpo y sobre todo tu mente y tus ojos te piden algo ligero.

Copia certificada de Abbas Kiarostami es precisamente todo lo contrario. Es densa, profunda y reflexiva hasta el extremo, es difícil de juzgar porque cada persona que la vea sacará sus propias conclusiones igual de válidas que la que yo voy a exponer tratando de ajustarme a la realidad lo más posible.

La película arranca con uno de los comienzos más prometedores que he visto en mucho tiempo. No os voy a engañar es una rayada de las que me gustan a mi y a cuatro más.

sábado, 9 de octubre de 2010

When we Leave (2010) - ****1/2

La sangre es más espesa que el agua


Hay películas que dejan un aroma en el cuerpo amargo: por su dureza, por su aspereza, por su fuerza narrativa, por el torrente interpretativo, por muchos factores. Esas películas que te hacen derramar lágrimas contenidas por rabia, por injusticia, porque simplemente se te caen.

Hay películas que son productos, hay cintas que son cine que sirven para abrir una ventana a otra realidad, que te quieren hacer reflexionar sobre la vida tal y como la tenemos concebida. Que te muestran un agujerito y te transportan en una aventura a otra realidad, con su historia, con sus personajes, con sus matices, con su manera de narrar, con su fotografía, sus ángulos…

Eso me ha sucedido con “When we leave” (Die Fremde, 2010) me ha engatusado desde los diez primeros minutos y me ha llevado con su narración a otro lugar, a otra garra, a la fuerza de una buena historia, al carisma de una gran interpretación. No lo he pasado bien, no es esa clase de historia, pero tras terminar la película he sentido el impulso inmediato de escribir esta reseña y tengo en el paladar un aroma a fotogramas, un sabor a cine.