
Que te pongan una película a las nueve de la mañana es algo así como una invitación a soñar (en la sala de cine), pero es que si encima te la programan tras la sesión inaugural (cocktail incluido) tu cuerpo y sobre todo tu mente y tus ojos te piden algo ligero.
Copia certificada de Abbas Kiarostami es precisamente todo lo contrario. Es densa, profunda y reflexiva hasta el extremo, es difícil de juzgar porque cada persona que la vea sacará sus propias conclusiones igual de válidas que la que yo voy a exponer tratando de ajustarme a la realidad lo más posible.
La película arranca con uno de los comienzos más prometedores que he visto en mucho tiempo. No os voy a engañar es una rayada de las que me gustan a mi y a cuatro más.